sábado, 26 de abril de 2025

Estancia arqueológica en Campeche. Parte 14. Huntichmul, Yucatán

Estructura de la moldura rota
Por la mañana del 8 de diciembre, los Williams pasaron en la camioneta por Leonardo y yo, intentaríamos llegar a un par de sitios metidos en la selva, el primer plan había sido acampar en uno de ellos, pero solo teníamos ese día, por lo que sería un recorrido de ida y vuelta el mismo día. Por última vez en el viaje salimos rumbo a Campeche y luego tomando la desviación hacia el Puuc. Nuevamente paramos en el mercado de Muna, para desayunar tacos, salbutes y panuchos de cochinita. Ya se había hecho rutina pasar a comprar agua y algunas botanas para aguantar el día. 

Salimos con rumbo a Bolonchén y nos desviamos a la ruta Puuc, pasando por Sayil, Xlapak y Labná, más adelante tomamos una terracería que comenzó siendo la más complicada hasta ahora; había secciones de lodo, donde la camioneta resbalaba y se deslizaba de un lado hacia otro, aunque nunca hubo realmente algún problema o peligro de quedar atorados, esa capa fangosa era poco profunda aunque en algunas partes aún tenía agua.

Segunda estructura
Pensábamos que podríamos visitar los dos sitios del plan, pero un poco más adelante de la mitad del trayecto nos encontramos con una puerta con candado que no permitía el paso de vehículos, aunque era posible pasar caminando a un lado. Nos faltaban 2 km para uno de los sitios y 1 para el otro. Aún creíamos que podríamos caminar a ambos y tardamos algunos momentos en decidir qué dirección tomar, yo abogaba por ir al más lejano, que era el que probablemente daría más problemas, Will decía que fuéramos a Huntichmul, que parecía ser el más fácil y cercano, al final decidimos lo segundo, y fue un gran acierto por lo que pasamos ahí. De haber seguido mi sugerencia, era probable que no visitáramos ninguno de los dos sitios.

Tomamos entonces la brecha hacia Huntochac y el primer incidente no tardó en ocurrir: llegamos al área donde ya debíamos estar cerca del sitio, yo estaba observando entre la selva tratando de ver algún montículo, cuando Will llamó mi atención, al momento no entendí lo que pasaba pero luego me señaló el suelo, ahí estaba una serpiente de alrededor de 1 m de largo con el cuerpo bellamente decorado con rombos. Viendo su cabeza reconocimos que era una boa y por lo tanto no venenosa, aún así podía morder dolorosamente. Todos nos pusimos las viboreras en ese momento, ya que hasta entonces las habíamos traído en la mochila por caminar en una brecha de autos, muy ancha y aparentemente libre de riesgo de ser mordidos, ese encuentro demostró que no era así. Estuvimos fotografiando y tomando videos al hermoso reptil hasta que se deslizó en un hueco junto a un árbol.

Habitación
Seguimos caminando, estábamos seguros de estar ya en terrenos del sitio, decidimos seguir caminando hasta que llegáramos al extremo final y tratar de encontrar cualquier edificio para ubicarnos con un artículo que Will había mandado y cuyo mapa teníamos con nosotros. Luego de un rato de avanzar, no vimos absolutamente nada. Regresamos un buen tramo, habíamos visto algunos llanos completamente cubiertos con enredaderas y maleza que sería sumamente difícil cruzar. Ahí nos dimos cuenta que no sería nada fácil la visita. Nos costó decidir por dónde comenzar ahora que no teníamos ninguna referencia a pesar de saber que estábamos en medio del sitio. Finalmente pude ver por las curvas de nivel que el grupo C del sitio debía estar en la cima de una colina. Únicamente habíamos visto una en el camino y justamente del lado que indicaba el mapa, así que lo mejor sería subir a buscar alguno de los edificios de ese conjunto. Caminamos por un rato bordeando ese pequeño cerro, hasta que encontré un área con poca maleza aunque sin ningún sendero realmente visible. Me adelanté para revisar y, luego de unos minutos de empinada subida, me encontré con algunos muros, por fin dábamos con algo que ubicar en el plano.

Restos de fachada tipo Chenes
Llamé a los demás y comencé la limpieza de una pequeña explanada al frente del edificio, poco a poco fui destapando una bóveda y parte de una habitación que tenía la moldura rota de los edificios del Puuc Temprano. Cuando todos estuvieron ahí, seguimos cortando maleza y verificamos que estábamos en una estructura conocida, justo en el extremo norte del Grupo C. Había un par de estructuras más al sur, así que Will y yo nos adelantamos a buscar mientras William y Leonardo seguían chapeando. Encontramos un sendero que nos llevó por algunos restos de estructuras y un chultún, luego bajamos a una plaza y a nuestra derecha divisamos otra plataforma con un edificio alargado. Se trataba de una estructura con varias entradas, friso y fachadas lisas, que pudimos ubicar en el reporte. Nuevamente necesitábamos ayuda para la limpieza y llamamos a los demás. En ese punto estuvimos un rato, aunque yo quería encontrar la estructura más grande del grupo, que debía estar un poco más al sureste.

Estructura principal del edificio Chenes
Me adelanté, encontrando primero un basamento que estaba inmediatamente al sur del conjunto en el que nos encontrábamos, subí sin encontrar ningún vestigio de arquitectura, por ningún lado desde ahí se podía ver alguna otra estructura. Bajé y me encontré con una especie de hondonada que descendía, aunque estaba libre de maleza, parecía un sendero bien marcado que seguí. De pronto, a mi izquierda pude ver montículos y restos de edificios; con dificultad me abrí paso y subí a una enorme plataforma con piedras muy sueltas, arriba había una explanada que llevaba a una segunda terraza también llena de rocas y talud muy empinado. Subí con mucho cuidado, porque a cada paso podía rodar alguna piedra bajo mis pies y llevarme hasta el fondo. Valió la pena el riesgo, arriba estaba lleno de ornamentos tallados, como narices de monstruo de la tierra e incluso partes de personajes. Más allá estaba el gran montículo principal, con varias habitaciones caídas, una escalinata muy empinada que sobrevivía en una corta sección y un templo superior con parte de su decoración con mascarón integral, como los edificios del estilo Chenes.

Estructura Chenes entre la selva
Regresé con los demás, lo cual fue más difícil, subí por una ladera un poco desviada al sur y eso bastó para que no regresara al punto desde el que salí. Tuve que guiarme mediante gritos agudos como los cazadores y chicleros hacen, lo cual es más efectivo que el GPS y la brújula si uno se encuentra cerca de alguien que le responda. y, antes de volver al edificio con fachada Chenes, fui a las primeras dos a grabar y fotografiar las estructuras ya limpias de la mayor parte de la maleza. Pasamos un buen rato en la última estructura, ya que tenía muchos detalles que observar a pesar de su gran destrucción. Luego de ello quisimos ir a buscar el grupo D, que debía estar más al sur. Bajamos de las dos grandes plataformas del edificio Chenes y rodeamos por la selva, sin embargo la vegetación se cerraba mucho y batallamos bastante para abrirnos paso. Sentimos que habíamos avanzado mucho cuando solo caminamos un centenar de metros. Nos encontramos con algunos montículos, pero no llegamos a nada en pie, decidimos volver porque nos estaba llevando demasiado tiempo. Ya habíamos descartado visitar otro sitio e incluso dudábamos de poder visitar en ese día los grupos A y B.

Parecía que regresar al camino inicial sería sumamente complicado, pero Will ocupó su reloj GPS para guiarnos rápidamente ahí. Estuvimos buscando senderos al lado contrario al que estuvimos pero no encontramos nada. Subimos a un montículo que formaba parte ya del Grupo B y nos encontramos con una sección de bóveda medio enterrada pero no pudimos pasar por ningún lado para buscar otras estructuras. Necesitaríamos horas para abrirnos paso y el tiempo se terminaba, por lo que decidimos regresar a la camioneta. La caminata del día anterior ya me estaba pesando en las piernas, por lo que fue bastante cansado el corto trayecto que hicimos. Aún así, nos quedaba tiempo para un sitio más, aunque uno mucho más fácil de visitar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario