Corral de Comedias de Tecali de Herrera |
El 16 de febrero de 2019 comenzó un nuevo recorrido de exploración de sitios naturales y arqueológicos, en esta ocasión el destino sería el sur de Puebla y mis compañeros serían mis amigos Nath, Jorge y Ernesto.
Muy temprano en la mañana Jorge, acompañado de Nath pasaron por mí; mi alarma no sonó y cuando me marcaron para decirme que estaban afuera tuve que levantarme y correr para cambiarme aunque afortunadamente mis cosas ya estaban preparadas. Desde ahí nos dirigimos al oriente de la ciudad y pasamos por Ernesto, quien ya nos esperaba para sorpresa de nosotros.
Tuvimos dificultades al inicio del recorrido ya que el auto comenzó a marcar una alarma y Jorge decidió parar en la ciudad de Puebla para revisar el desperfecto, gran parte de la mañana se nos fue pero era algo muy necesario pues cualquier falla mayor podría representar un problema serio, sobre todo por la ubicación remota de los lugares que visitaríamos.
Río Balsas |
Finalmente salimos de la ciudad de Puebla y nos dirigimos al oriente; paramos en Tecali de Herrera y entramos al Corral de Comedias que ahí se encuentra: se trata de un antiguo teatro con estructura de madera que ha sido restaurado y representa un ejemplo único de éste tipo de edificios coloniales.
Seguimos hacia el poblado de Molcaxac y, luego de desviarnos por un camino equivocado, llegamos sin mucho problema hasta la entrada a Puente de Dios (el de Puebla, no confundir con los de Querétaro o San Luis Potosí).
Nos encontramos con un pequeño estacionamiento y nos cobraron 20 pesos la entrada; luego de pagar nos indicaron un empinado camino que descendía por una barranca. La zona parecía sumamente seca pero conforme descendíamos aparecía vegetación más verde hasta que vimos ahuehuetes creciendo junto a la corriente del río Balsas.
Puente de Dios |
El camino fue complicado en esa parte porque había numerosos charcos y piedras de gran tamaño con superficies resbalosas pero luego de un corto trecho llegamos a nuestro destino: ahí el río emergía de una caverna y no se veía el fondo, en efecto es como un puente ya que el río más arriba está al aire libre y pasa por debajo de una elevación. Desafortunadamente las aguas se encuentran contaminadas y eso, además de deteriorar el ecosistema, da un mal aspecto al lugar.
Salimos de ahí y emprendimos el trayecto hacia la cascada pescaditos; supusimos que sería fácil por la cercanía pero nos costó bastante trabajo; pasamos por varias terracerías hasta llegar a un arrollo de poco caudal que intentamos seguir sin encontrar nada. Tuvimos que regresar por donde habíamos llegado y preguntar a unos locales para darnos cuenta que habíamos pasado de largo frente al señalamiento del lugar, que era una flecha pintada en rojo en un tronco.
Cascada Pescaditos |
Llegamos hasta un gran terreno donde un señor nos indicó como llegar a la cascada y estacionamos el auto. Luego de una corta caminata nos encontramos con una hermosa poza de color turquesa rodeada de paredes de piedra caliza, al fondo un pequeño hilo de agua caía; se trataba del mismo arrollo que vimos antes pero luego de cruzar un área sumamente complicada llena de cactus y arbustos espinosos.
Jorge se animó a meterse a nadar mientras que los demás nos quedamos en la orilla. Así permanecimos por un rato antes de regresar y dirigirnos al primer sitio arqueológico del recorrido...
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