viernes, 10 de febrero de 2017

Viaje a Perú pt. 9 Tipón y Pucara

Fuente en Tipón
 El aterrizaje en Cusco fue bastante tardado, pues el aeropuerto es muy pequeño y tiene bastante tráfico; de inmediato salimos a buscar taxi para comprar el boleto turístico de Cusco, que permite entrar a casi todos los sitios arqueológicos de los alrededores; lo primero que  notamos fue que aquí era un tanto mas barato todo que en Lima, y el taxista nos ofreció llevarnos el mismo a comprar las entradas y a los sitios del día, cosa que aceptamos.

Comenzamos por subir a la fortaleza de Sacsaywaman, donde por primera vez nos encontramos con los imponentes vestigios dejados por los incas; pero ahí no era nuestro primer recorrido, así que cruzamos Cusco hacia el lado sur del valle sagrado y seguimos hasta Tipón.

Templo con fuente en Tipón
El sitio arqueológico se encuentra en la parte alta de un cerro, y fuimos recorriendo los recintos más bajos que probablemente fueron colcas, es decir, almacenes de lo que se cosechaba en las terrazas que podíamos observar en la parte central del lugar; por cada una pasaba un pequeño canal que conducía las aguas que surgían de un manantial en la parte superior, cayendo por una fuente y entrando a varios hilos conductores de diferentes tamaños e inclinaciones, lo que hacía que los caudales tuvieran diferentes velocidades en cada ramificación, todo ésto muestra de la gran ingeniería hidráulica de los incas. Mas arriba pudimos ver algunos templos con sus paredes conservadas, tenían techos de palma por lo que ya ninguno lo conservaba después de 500 años de haber quedado en desuso.
Tipón desde su parte más alta

Rodeamos las terrazas agrícolas y subimos por un camino hacia los recintos más altos, ahí encontramos un templo que contenía una fuente en su interior, y detrás de él un acueducto que conducía el líquido desde lo alto de la montaña. También en éste sector pudimos ver una gran sala circular que parecía estar destinada a celebrar reuniones de las élites del lugar en su tiempo de esplendor.

Siguiendo el acueducto, que en algunos puntos tenía más de 2m de altura con respecto al suelo del cerro, llegamos hasta una desviación por la que rodeamos la montaña hasta llegar a otras terrazas incas que contenían en su parte intermedia varios recintos de piedra rojiza. Ésta zona se llama Pucara "fortaleza", y se encontraba en excavación cuando llegamos, pero a diferencia lo que nos pasó en Allpacoto y Caral, nos permitieron visitar el lugar sin problemas. Aquí también se veían los canales para el agua pero secos.
Pucara
Los edificios de Pucara eran un poco más altos que los de Tipón, aunque su piedra parecía también diferente, presentaban gran parecido en su diseño, pues los muros laterales terminaban en triángulo para sostener el techo de paja de dos aguas. Muchas de éstas paredes tenían nichos y ventanas que fueron una constante en los sitios incas que visitamos después.

Estuvimos poco tiempo en Pucara y no subimos mucho en las terrazas porque estaba lleno de trabajadores, así que regresamos a Tipón, frente al camino donde caminabamos se extendían campos de cultivo, algunos de ellos bellamente coloridos.
Muros de Pucara

Ya de nuevo en Tipón, conversamos un poco con un grupo de turistas que estaban en el punto más alto, sorprendiéndonos de que uno de ellos tenía mas de 70 años y subía la ladera como si tuviera al menos 30 menos. Desde ahí pudimos apreciar por primera vez los bellísimos valles que se encuentran en la zona desde las laderas andinas, las nubes y el sol creaban un juego de luces en la parte baja del sitio y de pronto iluminaban las zonas de edificios, dándonos una impresión magnífica.

Finalmente regresamos a la entrada para proseguir nuestro camino, pues nos esperaba un sitio más antiguo y muy interesante que era la puerta de entrada al valle sagrado en tiempos remotos: Pikillacta.


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