martes, 18 de abril de 2017

Viaje a Perú pt. 19. Huacas de Lima

Huaca Pucllana
Una vez que salimos del hospedaje de Lima nos dirigimos de vuelta al aeropuerto a buscar transporte hacia la zona central de la ciudad; tuvimos un poco de problemas para encontrar la ruta correcta que pasara cerca de la Huaca Pucllana, que elegimos como inicio por ser la más lejana y poco a poco ir acercándonos al centro histórico. El autobús que tomamos era uno de los más modernos que vimos pero eso no evitó que diera infinidad de rodeos que me desconcertaban al ir siguiendo nuestra posición con el gps del celular pues de pronto estábamos en medio de calles muy transitadas y de pronto pasábamos junto a la playa volviendo a dar vuelta en zig zag.

Huaca Huallamarca
Después de casi dos horas en éste interminable ir y venir por fin bajamos y caminamos unas pocas cuadras, ya era medio día y creímos que eso nos impediría recorrer tantos sitios pero proseguimos. Vimos la huaca Pucllana sobresaliendo entre las casas lujosas de los alrededores, dimos pronto con la entrada y ahí supimos que teníamos que recorrer el sitio con guía obligatoriamente; el mismo cuento que en todos los sitios de la zona que ya habíamos visitado días atrás, pero nos resignamos nuevamente a pesar de que el recorrido fue sumamente lento considerando que ahí solo hay una gran estructura, una zona habitacional y un pequeño huerto con minizoológico con llamas, cuyos y otros animales locales. Lo que más nos impresionó aquí fue el sistema constructivo con ladrillos de barro intercalados en forma de "librero", con huecos entre ellos que absorben la energía de los sismos frecuentes de la zona; al haber perdido el recubrimiento que probablemente tenían éstos ladrillos se forma un efecto de luz y sombra que hace ver más imponente la gran huaca, éste como todos los demás sitios de Lima tienen gran antigüedad, aunque en éste caso existen tumbas de la época Wari e incluso actuales que fueron colocadas en la estructura principal.

Huaca Huantille
Una vez que salimos de ahí decidimos caminar cerca de 1 km hasta la Huaca Huallamarca, pasando por el área más lujosa de Lima, llena de casas lujosas y verdes jardines en los que incluso llegamos a ver fotógrafos que tomaban imágenes de bonitas modelos. Cuando vimos la parte trasera de la huaca que buscábamos nos sorprendió por el terrible trabajo de restauración que se llevó a cabo ahí, pues a pesar de que la huaca se veía lisa y bien terminada, reconocimos formas que más parecían una pirámide en Teotihuacán que cualquiera de las otras estructuras que vimos en Perú, además de que una parte no había sido reconstruida y no tenía nada que ver con la zona trabajada, incluso al frente vimos una gran rampa que hacía ver ésta seccion como un zigurat mezopotámico. No pudimos subir pues había trabajos de remodelación pero nos bastó verla desde abajo para saber que aquello era uno de los peores trabajos arqueológicos que habíamos visto.

Camino Inca en Huaca Tres Palos

Desde ahí cruzamos una gran avenida y tomamos nuevamente un autobús del transporte público para acercarnos a nuestra siguiente parada; luego de bajar vimos una gran iglesia que tenía formas que recordaban al kremlin ruso, una cosa muy extraña en latinoamérica, así que nos desviamos un poco para pasar por ahí y darnos cuenta que la construcción era bastante reciente. Unas cuadras más allá encontramos la huaca Huantille, que creíamos estaba abierta para su visita pero a juzgar por las apariencias llevaba tiempo cerrada pues podíamos ver las cédulas de información decoloradas por el sol, pero todos éstos sitios están a pie de calle así que de todas maneras se puede dar una buena idea de la construcción y la estructura de las mismas. Huantille estaba mucho más dañada que las dos anteriores y sólo pudimos ver que tenía el mismo sistema constructivo y que estaba convertida en un montículo de regular tamaño comparada con las otras.

Huaca Potosí
Nuevamente caminamos por cerca de 3 km para ir a huaca Tres Palos, la cual se encuentra dentro de un parque, el cual por la hora ya no permitía la entrada, sin embargo nuevamente desde la calle teníamos una buena vista del montículo principal y de una parte de un camino inca que pasaba por ahí y que se encuentra dentro de los terrenos de una universidad. 

Caminamos hacia el siguiente sitio cuando nos encontramos de repente frente a otro gran montículo que no estaba en nuestro mapa y cuyo nombre nunca habíamos escuchado: Huaca Potosí, nos detuvimos para fotografiarlo, a ambos lados de la avenida había construcciones pero tan sólo estaban reducidas a montículos sin forma.

Huaca San Marcos
No muy lejos de ahí llegamos a huaca San Marcos, que si estaba en nuestro itinerario, ahí vimos un enorme montículo que rivalizaba en tamaño con el mayor que habíamos visto el primer día que llegamos en huaca Garagay, pudimos ver que estaba construido igual que Pucllana pero los ladrillos estaban sumamente pulverizados dejando solo una superficie terregoza. En frente y del otro lado de la calle vimos otro montículo muy dañado y lleno de casas en sus laderas, claramente se notaba que era un asentamiento irregular y la gente que habitaba ahí se veía tan intimidante que preferimos no detenernos a observar la estructura y continuar con nuestro recorrido.

Huaca Culebras
Cruzamos una enorme avenida y pasamos por varias calles pequeñas para rodear una manzana de casas y llegar de frente a la Huaca Culebras, aunque nuevamente nos encontramos conque estaba cerrado el acceso, aunque la pequeña estructura se podía ver al igual que todas las demás sin ningún problema desde la calle. Ésta vez la escala del sitio era mucho más reducido, a penas tendría 5 x 5m el edificio que teníamos frente a nosotros.

A partir de ahí comenzamos a caminar por calles pequeñas entre casas de un nivel económico medio-bajo y unidades habitacionales.

Huaca Corpus
En una cuchilla entre casas nos encontramos con la Huaca Corpus, nuevamente de reducidas dimensiones, pero en éste caso eran dos o tres estructuras probablemente habitacionales que conservaban un poco de la base de sus muros, como las anteriores la observamos desde la calle, pues parecía que aunque casi todos los sitios tienen algún corto sendero de visita a nadie le importa recorrerlos y los mantienen cerrados.

Proseguimos el camino apretando un poco el paso a pesar de haber recorrido ya más de 7 km entre trayectos, y llegarían a cerca de 10 pues faltaban aún dos sitios aunque la tarde comenzaba a caer.

Huaca Palomino

Finalmente llegamos a un sitio que tenía el sendero de visita abierto, se llama huaca Palomino y al igual que Corpus consta de unas pocas estructuras habitacionales que conservan la base de sus muros, aunque en éste caso también pudimos apreciar algunas pequeñas escaleras y finalmente pudimos ver como eran los muros internos, quizá cubiertos de estuco.

Ya el cielo enrojecía pero seguimos caminando, las piernas nos dolían y habíamos vuelto a llegar al récord de recorrer 9 sitios en un día, pero queríamos uno más y nuestro esfuerzo fue bien recompenzado.

Mateo Salado
El último sitio lo vimos luego de equivocar el camino yéndonos por una calle equivocada, en un parque entre casas vimos un montículo que en la parte superior tenía unos bloques enormes de adobe, éste lugar era diferente de los demás, pues el tamaño enorme de sus ladrillos no tenía rival entre las huacas de Lima.

El sitio se llama Mateo Salado y está abierto al público como Pucllana, sin embargo por la hora nuevamente lo vimos rodeando las estructuras por la calle; una cuadra más allá del parque nos encontramos con una serie de estucturas enormes, del tamaño de las más grandes que habíamos visto y todas con sus grandes ladrillos que con el sol cayendo hacían más impresionante la vista.

Así terminamos nuestro recorrido por 10 huacas de Lima, cabe mencionar que la palabra Huaca no tiene una traducción exacta pero significa un lugar sagrado. Ya estábamos caminando para la avenida principal con la intención de tomar un taxi al centro de la ciudad cuando vimos un letrero que indicaba que había otra huaca desconocida a un kilómetro de distancia, pero ya nuestras piernas no daban para más y comenzaba a oscurecer así que dimos por terminadas nuestras visitas del día, todas por sitios construidos por la llamada "cultura Lima", que tuvo muchos más asentamientos que hoy han sido devorados por la capital peruana.


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