sábado, 3 de agosto de 2024

Viaje por el noreste del Petén. Parte 14: Hamontún y K'o

Habitación estrecha en Hamontún
Otra vez recorrimos un corto trecho, aunque esperábamos caminar más de 1 km rodeando árboles caídos, un trabajador que Miguel subió en el camino y que llevamos hasta su pequeño campamento nos dijo que habían limpiado la brecha hasta el sitio de Hamontún, por lo que entramos con todos los vehículos hasta ahí. Este sitio también es conocido como El Perú, aunque no hay que confundirlo con el otro Perú-Waká cercano a Paso Caballos y al Río San Pedro, mucho más al poniente.

En este sitio ni Juan ni Jaime entraron, se quedaron en las camionetas porque ya acumulaban el cansancio de los días anteriores, por lo que el grupo fue un poco más reducido. En esta ocasión me fui al frente y ayudé a Miguel a buscar edificios con arquitectura. Primero pasamos por varios montículos medianos, un juego de pelota y la subida a una Acrópolis. Ahí vimos algunos muros y ya en lo alto del conjunto principal me encontré con una habitación muy estrecha que tenía aun recubrimiento de estuco, aunque sus extremos colapsaron y estaba parcialmente enterrada en el escombro.

Restos de habitación con pintura roja en Hamontún
Cuando mis compañeros llegaron me dispuse a recorrer toda la Acrópolis, aunque solo encontré una entrada muy destruida entre dos habitaciones. El resto del lugar se encontraba completamente destruido. Todavía Miguel hizo un intento más de encontrar una habitación y vio que al otro lado de la entrada que yo vi habían restos de un muro con una franja de pintura roja, por lo que regresé y los demás avanzaron hasta ahí para verlo.

Regresamos hacia el juego de pelota, bajando varios de nosotros de la Acrópolis, cuando estaba iniciando el descenso por la empinada ladera escuché que alguien se quejaba de dolor en la parte trasera, pensando que el cansancio le había provocado un calambre a alguno de mis compañeros me detuve a esperar junto con los que íbamos al frente, pero pasaban los minutos y nadie más bajaba de la acrópolis. Ya nos disponíamos a regresar para ver qué había pasado cuando vimos que Ernesto venía con el brazo amarrado al cuello con una venda. Había dado un paso sobre una raíz, resbaló y se luxó el codo derecho al caer mal. Por fortuna Gabriel lo revisó y le acomodó los huesos en dos intentos, quedando bien aunque bastante lastimado, También Valeria traía vendas, por lo que pudieron hacerle un cabrestillo improvizado. Ese proceso lo grabó Eduardo en vídeo, pero yo no quise verlo. A pesar de todo, Ernesto quiso seguir en la expedición y no tenía demasiado dolor, por lo que continuamos. 

Restos de una crestería en Hamontún
Todavía pasamos a ver un montículo que estaba muy cerca de donde empezamos el recorrido, ahí había una gran trinchera de saqueo, de las tantas que habían partido por completo la estructura. Ahí dentro pudimos ver los restos de la crestería de una subestructura, además de parte del templo y las escalinatas que llevaban a su cima. Ese fue el último punto del recorrido por Hamontún, así que volvimos a los vehículos y regresamos al campamento de Holmul, donde comeríamos por última vez antes de regresar a la civilización.

Nos alistamos para el final del recorrido, aunque aún quedaba un último sitio ya de camino a Melchor de Mencos, el cual tiene múltiples nombres: Lechugal, Pacayal o K'o, Este sitio ya lo habíamos visto por un momento el día anterior antes de llegar al campamento de Holmul, cuando Miguel venía bastante rápido y entró a un camino secundario que llevaba al sitio para mostrarnos a Eduardo y a mí que estaba bastante cerca del lugar donde pernoctamos.

Subestructura en K'o
Nuevamente llegamos hasta el sitio con las camionetas, el recorrido fue corto, ya que K'o es un sitio menor que seguramente estuvo bajo el control de Holmul. A pesar de ello vimos un pequeño juego de pelota y una acrópolis, rodeamos toda el área central aunque solamente vimos restos de algunos muros en trincheras de saqueo. Finalmente, y al igual que en Hamontún, encontramos el rasgo más vistoso del sitio. En otra enorme trinchera quedó al descubierto parte del templo de una subestructura de un montículo piramidal. Tras el muro de la posible fachada se puede observar parte de una habitación que fue partida por el saqueo. Regresamos por última vez a las camionetas y emprendimos el camino a Melchor de Mencos, regresando al mismo hotel de donde salimos, aunque varios de nuestros compañeros prefirieron cambiar de hospedaje. Nos tomamos una foto grupal y nos despedimos de la mayoría de los demás. Al día siguiente solamente quedamos quienes llegamos en el auto de Julio y comenzaríamos el regreso, no sin antes visitar un último par de sitios en Guatemala.

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