jueves, 30 de marzo de 2017

Viaje a Perú pt. 16. Moray, Chinchero y Qoricancha

Andenes de Moray
El día siguiente luego de visitar Machu Picchu era el último que pasaríamos en la zona de Cusco, y fue el más cargado de destinos. Lo primero que hicimos fue ir a buscar un taxi para poder ir haciendo paradas antes de regresar a la antigua capital inca. Fue un poco difícil conseguirlo pero luego de rodear la plaza de Ollantaytambo encontramos uno.

Subimos desde el valle sagrado hacia la gran meseta que se encuentra al sur del mismo y en poco mas de media hora llegamos al primer destino del día: Moray. El sitio arqueológico prácticamente no tiene arquitectura ritual ni residencial, exceptuando algunos pocos cimientos y bases que pudimos observar; lo interesante aquí eran sus andenes agrícolas de forma circular, los cuales pudieron servir para generar microclimas según la profundidad de éstos, por lo que se considera que aquí hubo una especie de laboratorio agrícola donde se podían probar diversos cultivos.
Chinchero

El recorrido por Moray es bastante rápido y se pueden apreciar 4 círculos de terrazas. Cuando salimos de ahí regresamos con el taxista y entonces intentó arrancar el auto pero éste no arrancó. Temimos por nuestro recorrido, pues sería tan largo que un retraso así nos quitaría la posibilidad de recorrer algunos lugares; por fortuna con ayuda de otros taxistas se pudo reparar el desperfecto relativamente rápido.

Nuestra siguiente parada era el pueblo de Chinchero, en el camino vimos algunos sitios arqueológicos señalados por sus cédulas pero decidimos no parar en ellos. Una vez en Chinchero pagamos el taxi pues a partir de ahí no había ningún problema para usar transporte público, el hambre comenzaba a presionar así que nos detuvimos a comprar un elote con queso (conocido como choclo en Perú).
Iglesia de Chinchero

Dentro del mismo poblado se encuentra el sitio arqueológico, donde se pueden apreciar los restos de algunos palacios y terrazas agrícolas incas. Sobre todo ésto se encuentra la iglesia colonial del lugar, la cual tiene en su interior decoraciones en estilo barroco andino sumamente impresionantes, muy parecidas a las que vimos en la iglesia de Andahuaylillas dos días antes aunque algo mas deterioradas. Por desgracia al igual que en la anterior no dejaban tomar fotografías del interior del templo.

El área del sitio arqueológico está en una ladera aunque se encuentra bastante dañada, la mayoría de los muros están incompletos y a penas se puede apreciar un poco de lo que debió haber sido éste lugar en la época prehispánica; en la última parte del recorrido pudimos apreciar que se estaban llevando a cabo excavaciones arqueológicas en un sector del sitio.
Qoricancha

En la plaza frente a la iglesia y las calles aledañas hay una gran cantidad de comercios donde venden artesanías a buen precio, por lo que aprovechamos para comprar recuerdos y regalos, como algunas llamas muy curiosas, un poncho de alpaca, llaveros, etc. 

Regresamos a la carretera que cruza Chinchero y tomamos una camioneta hacia Cusco, recorriendo la amplia meseta que comienza en el borde del valle sagrado y termina al norte de dicha ciudad. Finalmente luego de menos de una hora de camino comenzamos a ver la capital inca a lo lejos y poco después estábamos cerca del centro buscando hospedaje. Escogimos un pequeño hotel muy austero y casi de inmediato salimos a donde creía que salía el transporte a Sacsaywaman pero me equivoqué y no lo encontramos, sin embargo nos dimos cuenta de que a una cuadra de nuestra ubicación se encontraba el Qoricancha o templo del sol de Cusco, un edificio inca que era de los más bellos de la ciudad, pues estaba forrado de oro en su tiempo; hoy en día existe arriba de él un exconvento y bajo la zona arqueológica se construyó un pequeño museo muy interesante que recorrimos en poco tiempo para luego caminar por el jardín que se ubica al pie de los muros incas. Justo en frente tomamos un taxi y subimos a la fortaleza de Sacsaywaman...


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