miércoles, 17 de mayo de 2017

Viaje a Yucatán y Campeche pt. 3. Anya y Xkipché

Edificio principal de Anya
El tercer día de viaje por fin salimos de los alrededores de Mérida y comenzamos por ir a recoger a Stephan Merk para que nos acompañara, él conoce casi 600 sitios mayas diferentes y es descubridor de varios de ellos, además de haber escrito numerosos reportes y artículos, por lo que fue un invitado de lujo para nuestra exploración. Salimos con rumbo sur hasta el poblado de Muna, donde nuevamente nos detuvimos para recoger a nuestro guía del día, a quien Julio había contactado el día anterior expresamente para que nos llevara al gran sitio de Xkipché, seguimos adelante pasando Uxmal y nos dirigimos al poblado de San Simón. Stephan, Eduardo y Julio ya conocían aquel camino y se sorprendieron al ver que lo habían repavimentado, mejorando el tiempo de traslado notablemente. 

Detalle del edificio de Anya
Justo en la entrada del camino que tomamos hacia Xkipché se encuentra otro sitio llamado Anya en honor a su descubridora, quien fue alumna del arqueólogo Hans Prem y se encontró con el bello edificio que se conserva parcialmente en pie en el lugar. Le pedimos a Stephan y a nuestro guía que nos llevaran a verlo y caminamos algunos metros en la selva hasta dar de frente con el recinto que tiene decoración en mosaico de piedra y numerosas columnillas; a diferencia de otras estructuras del puuc tenía decorada toda la fachada y no solo la parte superior de la misma; conteniendo grecas escalonadas en los intermedios de los dos accesos que se conservan, del lado izquierdo hay un gran montón de escombros y algunos restos de muros que indican que había una o dos habitaciones más que colapsaron.

A cada lado y frente al edificio hay montículos que indican que hubo una plaza rodeada de estructuras ahí y un poco más lejos nos encontramos con una pared en pie de una estructura mas, sin embargo está demasiado dañada y no se aprecian detalles de su fachada ni de muros externos.

Luego de fotografiar y de observar todos los detalles que pudimos nos retiramos de ahí para seguir nuestro camino, sin duda era el primer sitio con arquitectura bien conservada que encontrábamos en el viaje y nos pareció un excelente inicio para el día.

Palacio de Xkipché
El camino hacia Xkipché exigió bastante a nuestro tzuru rentado, pues era terracería, pero lo recorrimos sin mayor problema. Pasamos por áreas abiertas, cubiertas de selva y ranchos ganaderos donde encontramos gran cantidad de vacas que nos miraban desde cada lado. Para llegar necesitábamos la llave de una propiedad privada y nuestro guía la llevaba consigo, pues precisamente para eso lo habíamos contactado. Nuestro amigo Luis Adrián de Monterrey nos lo recomendó pues había estado en Xkipché meses antes.

Finalmente llegamos a un área donde dejamos el auto y había que proseguir a pie, justamente nos encontrábamos en la mensura que divide los estados de Yucatán y Campeche. En lo que Julio y Eduardo se preparaban Stephan y yo estábamos impacientes por seguir y él me dijo que nos adelantáramos pero el guía nos hizo regresar puesto que el camino que tomamos, a pesar de llevar al sitio, se complicaría por lo cerrado de la vegetación.

Cuarto del palacio de Xkipché
Nuevamente comenzamos a caminar y no muy lejos entramos a la selva en una zona donde se elevaba el terreno, tuvimos que cruzar una alambrada hacia el lado Yucateco del sitio, ahí me tropecé y caí pero tuve suerte de no lastimarme con las púas; lo primero que vimos fueron los dos pisos del enorme palacio del lugar, uno de los más grandes de la zona puuc, es una zona arqueológica excavada y restaurada por un equipo alemán en varias temporadas, donde incluso Stephan Merk había trabajado, por lo que lo conocía bien; por desgracia actualmente el abandono de Xkipché es absoluto y está envuelto en una espesa vegetación que reclama los edificios como antes de los trabajos arqueológicos. 

Pasamos largo rato recorriendo una gran cantidad de habitaciones, subiendo y bajando de escalinatas que llevaban al piso superior donde también había recintos, algunos de ellos incompletos pues el palacio nunca se terminó de construir porque el sitio fue abandonado antes de eso. Nos sorprendieron los enormes accesos frontales de algunos de los cuartos, muy anchos y mayores que la mayoría de los que habíamos visto en otros lugares.

El palacio entre la selva
Subí a la planta alta de toda la serie de habitaciones que forman una "L", y ahí pude ver los arranques de muchos muros que probablemente eran los que nunca terminaron; nuevamente a nivel de piso el guía me mostró que otras dos estructuras bajas cerraban la plaza por los lados restantes y también habían sido restaurados, por lo que a pesar de la dificultad por las plantas que crecían por todas partes, recorrí todo el frente y la parte trasera de dichos edificios.

Finalmente me llamaron para que alcanzara a los demás pues era tiempo de ir a la zona campechana del sitio, donde existen otras estructuras; así que bajamos de la plataforma del palacio y cruzamos el camino que nos había llevado ahí para entrar en un pastizal tremendamente crecido que llegaba a más de 2m de altura, a los pocos metros nos encontramos con un edificio que tiene una parte de su fachada en pie, en la parte superior tenía columnillas y en la base de las mismas una serie de decoraciones en forma de herradura.
Edificio con decoración de columnillas

Proseguimos nuestro camino por el pastizal; quizá éste tipo de terreno sea mucho más difícil y peligroso de cruzar que la selva, puesto que el pasto alto es difícil de cortar con el machete, hay tanto que parece que aunque caiga no disminuye, oculta el suelo por completo cubriendo pozos, piedras y posibles animales como víboras y por si fuera poco sus bordes llegan a ser afilados y cortan con ligeros roces; a pesar de ello no nos detuvimos y fuimos encontrando plataformas, una gran pirámide que se alzaba en un costado aunque sin rastros de arquitectura visible y otro pequeño edificio cuya entrada estaba muy dañada pues su dintel había caido y con él las jambas, dejando un gran agujero en lugar de puerta.

Habitación semicolapsada en el segundo palacio.
Para terminar con nuestro recorrido en Xkipché llegamos a una gran plataforma que tenía muchos restos de mosaicos de piedra de edificios completamente destruidos y luego de darle vuelta nos encontramos con el segundo palacio, mucho más pequeño que el primero y más dañado. Solo en su parte trasera pudimos ver las piedras que recubrían los muros y algunas columnillas, mientras que en el delantero casi todo había caído excepto el relleno de techos y muros, dejando en pie una serie de habitaciones semienterradas.

En la parte frontal encontramos una especie de altar metido en una parte de la base de la estructura que no pudimos comprender; hasta ahí vimos que la arquitectura de Xkipché era un poco extraña, tal vez por falta de planeación o premura en la construcción. Quedamos sumamente satisfechos con la exploración de éste sitio que Eduardo llevaba años queriendo visitar y que no pudo ser su sitio maya 400 pero sin duda fue uno de los mejores de todo el viaje, sin embargo aún quedaban horas del día para seguir y regresamos al auto para continuar nuestro camino...

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