martes, 20 de junio de 2017

Viaje a Yucatán y Campeche pt. 8. Kulubá

Palacio Puuc
El último día del 2016 lo comenzamos temprano, pues habría que recorrer una gran cantidad de kilómetros, ya sabíamos que pasaríamos el año nuevo en Mérida y teníamos cita con un guía para el primero de enero pero antes había que visitar algunos sitios del oriente y norte del estado. Estábamos casi listos para salir cuando Wilberth llegó a reunirse con nosotros y unos minutos después salimos en el auto con rumbo a uno de los sitios que yo más ansiaba conocer: Kulubá.

Julio y Eduardo ya habían estado antes en éste sitio pero el vídeo que Lalo había grabado ahí se había perdido con un celular y quería volver a capturarlo. Yo tenía la idea de como llegar pero ellos no recordaban muy bien lo que había en el camino. Llegamos a la terracería que conduce a Kulubá y nos condujo a una construcción donde no había nadie, ahí por un momento estuvimos desorientados pues el lugar no concordaba con lo que buscábamos pero luego de un rato de revisar nos dimos cuenta que el camino seguía a un lado de dicha construcción; más adelante finalmente vimos en un lado un gran edificio prehispánico y unos metros al frente el rancho y pequeño museo donde se encuentra la entrada.

Detalle del palacio Puuc
En el lugar había dos lugareños que nos pidieron registrarnos y pagar la entrada en $20, luego entramos a la palapa que usan como museo, ahí faltaban piezas pues estaban en una exposición en Mérida pero pudimos ver fragmentos de mosaicos, cabezas de serpiente, pedazos de mascarones del dios chaac con su característica nariz en forma de trompa, etc.

Desde el primer momento se podía apreciar que Kulubá es un sitio muy particular pues a pesar de estar muy lejos de zonas como el Puuc y los Chenes, tiene muchas características que lo ligan a éstos lugares: sus edificios presentan decoraciones en mosaico de piedra como en Uxmal, además de portadas zoomorfas como la que vimos en el cercano Ek Balam el día anterior pero que son más frecuentes en lugares del norte y sur de Campeche como Hochob y Chicanná, a más de 100 km de distancia.

Palacio Puuc
Nos abrieron la cerca que rodea el sitio y entramos en un llano cubierto de hierba que en algunas partes estaba crecida y que fue podada en las áreas donde se había habilitado para que los visitantes pasaran; al fondo se veía un gran edificio, el cual tendría 5 o 6 metros altura, 25 o más de largo y a penas 3 de ancho; tuvo 6 habitaciones en una sola hilera aunque la del extremo izquierdo y las dos del derecho tienen el techo parcial o completamente caído. El tamaño de las bóvedas y los accesos a cada cuarto recordaban a los que hay en el primer nivel de la acrópolis de Ek Balam, estando tan cerca un sitio del otro debían tener similitudes; pero el cuerpo superior de la fachada aunque en su frente ha perdido por completo su decoración, dejando el relleno del muro al descubierto; en su lado trasero conserva una sección con mosaico de piedra con formas geométricas y grandes mascarones de Chaac, lo que recuerda bastante al famoso palacio del gobernador de Uxmal, en un estilo totalmente puuc, además toda la base del edificio está decorada con pequeñas columnillas.

Costado del palacio chenes
Frente a éste edificio hay una reconstrucción de una parte de la decoración frontal cubierta con un techo de palma y a su izquierda, formando un ángulo recto, hay un edificio alargado que sólo conserva los muros y cuyo techo ha caído por completo. La base también está decorada con columnillas. Los muros tienen aproximadamente 2 m de altura, de largo tendrá aproximadamente 20 m con cinco habitaciones y un ancho también de 3 m aproximadamente. Los costados y el muro trasero son completamente lisos pero en el frente y alrededor de los accesos a cada cuarto tiene bellas decoraciones, sobre todo en la habitación central, que aunque incompleto, presenta un gran mascarón del monstruo de la tierra, se pueden ver los detalles de las fauces y algunos dientes; en ningún otro lugar se encuentra un edificio tan típicamente Puuc junto a otro tan característico de los Chenes excepto en Uxmal, sin embargo aquí también habían decoraciones de serpiente en las esquinas de los edificios, lo cual es más parecido a lo que se puede ver en Chichén Itzá, haciendo de Kulubá un lugar totalmente híbrido.

Palacio Chenes
Frente a éste palacio hay un área completamente cubierta de maleza a la que entramos para alejarnos un poco de la fachada y poder tomar fotografías más completas, pero fue bastante difícil pues se encuentra lleno de grandes piedras que claramente formaron parte de algún edificio prehispánico, sin embargo toda la hierba no dejaba ver si eran restos del techo del palacio Chenes que como ya mencioné está totalmente caído pero no se encuentra ahora ni dentro ni sobre el edificio o eran restos de alguna otra estructura diferente, aunque me inclino a pensar que fueron dejadas ahí con la idea de restaurar las bóvedas que cayeron.

Detalle del palacio Chenes
Frente a éstos edificios hay una mesa con sillas y una sombrilla que aprovechamos para sentarnos un momento mientras contemplábamos la belleza de la arquitectura que nos rodeaba y Wilberth aprovechaba para buscar aves y fotografiarlas. 

Aún faltaba visitar el edificio que vimos a un costado del camino cuando llegamos, así que regresamos casi hasta la entrada y nos dirigimos hacia aquella estructura que se encuentra en un área que está cubierta de árboles, unos metros más adelante pudimos ver la gran silueta de ésta construcción bastante particular: su nombre el "palacio de las U" y al mirar sus muros de inmediato se comprende la razón de tan poco habitual denominación pues en todo el costado y la parte trasera las piedras tienen canales que forman dicha letra.

Lado trasero del palacio de las U
Éste edificio tiene dimensiones muy parecidas a las del palacio Chenes, pero conserva sus bóvedas, lo que le da una altura de más de 3 metros y la habitación central tiene otro cuarto en su parte trasera que sobresale atrás del edificio y le da una planta en forma de "T". 

Cuando llegamos al edificio me dijo Eduardo que revisara toda la pared trasera y comencé a rodear el edificio observando la peculiar decoración que se extendía por todo el muro desde su base hasta el techo solo interrumpida por la base de columnillas y las molduras intermedias y superiores. Cuando llegué a la parte más lejana del muro pude ver que en los surcos de las U se podía observar claramente pintura roja todavía muy viva que se ha conservado muy bien por encontrarse en una zona hundida de la piedra.

Lado frontal del palacio de U
Toda la fachada superior del edificio ha perdido su recubrimiento, por lo que solamente se puede ver el relleno constructivo del muro. También una buena parte del cuerpo inferior se encuentra sin su cubierta pero aún se puede ver que en las entradas tenía decoraciones de tipo Chenes, que en la puerta central formaban un mascarón completo del monstruo de la tierra y en las laterales formaban fauces de serpientes.

Al frente y a los lados de éste último edificio en pie hay restos de plataformas y restos de algunos muros muy destruidos además de algunas elevaciones cubiertas de árboles que al parecer son montículos. Más tarde supe que al menos hay otros dos grupos de estructuras aunque al parecer ya no hay ningún otro edificio en pie.


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