martes, 27 de junio de 2017

Viaje a Yucatán y Campeche pt. 8. Yalsihón y Dzilam González

Ruinas de la iglesia de Kikil
Desde Kulubá regresamos por el mismo camino que habíamos tomado hacia Tizimín, sin detenernos cruzamos la pequeña ciudad y salimos con rumbo norponiente hacia el pequeño pueblo de Yalsihón. Unos km después de salir de Tizimín paramos un momento en el centro de Kikil, donde Wilberth y yo bajamos a tomar algunas fotografías de las ruinas de la iglesia que existió ahí, en frente hay un cenote pero no entramos a verlo.

A partir de ahí me tocó conducir por carreteras secundarias en largos trechos, aunque la que nos condujo a Yalsihón no era particularmente difícil pues se encuentra en buen estado. Cuando llegamos hasta ahí estábamos un poco norteados, sabíamos que cerca del centro del pueblo había un enorme montículo y que una vez nos ubicáramos sería fácil llegar; Eduardo prefirió preguntar a una señora que pasaba si sabía en qué lugar había una pirámide, montículo, cuyo, ruinas, edificios antiguos... a pesar de utilizar todo lo que se le ocurrió para darse a entender, la respuesta fue "aquí no hay", lo que nos sorprendió bastante pues luego de eso dí vuelta en una esquina y ahí estaba frente a nosotros el enorme edificio prehispánico.

Montículo prehispánico en el centro de Yalsihón
Toda una manzana está ocupada por un enorme montículo que tiene una altura de alrededor de 15 m sobre el nivel de la calle. Desde ahí no se aprecia muy bien su forma pero una vez arriba se puede notar que lo que da al camino es la parte trasera, el edificio tiene una gran plataforma sobre la que se encontraba una estructura alargada a cada lado que flanqueaban un gran basamento piramidal que tenía un templo central y plataformas adosadas a cada lado del mismo, ya no queda nada más que el relleno de piedras que forma el montículo pero sobre la primera plataforma hay una construcción quizá de principios de siglo donde se colocaron grandes piedras que están trabajadas y seguramente eran parte del recubrimiento del edificio prehispánico.

Construcción en Yalsihón con la escultura femenina al centro
Lo más notable entre éstas piedras es una escultura en forma de pequeña columna que tiene la forma de una mujer, se pueden apreciar su cabello, las manos, el rostro y el pecho claramente.

Mientras revisaba la gran plataforma de pronto me encontré con un cráneo en el suelo, estaba completamente limpio y blanco, luego de que apareció la mandíbula a pocos centímetros pude ver que perteneció a un borrego; de inmediato pensé en barbacoa, pero no me imaginaba como había llegado a parar a éste punto aquel cráneo, pues no hay ninguna vivienda ahí y no parece que nadie suba a vender cosas arriba.

Cabe mencionar que Yalsihón fue el sitio maya número 100 que visitaba Wilberth y por eso era también un punto especial del recorrido.

Fragmento de estela en Dzilam González
Seguimos nuestro camino por una carretera bastante descuidada donde la selva se extendía desde los lados cubriendo una gran parte de la carpeta asfáltica, por lo que a penas quedaba espacio para que pasara un sólo vehículo por un trayecto de mas o menos 35 km, por fortuna solamente cruzamos con un auto que venía en el sentido contrario en todo el trecho. Finalmente llegamos a una carretera mucho más grande y poco después arribamos a Dzilam González, población donde también existen vestigios prehispánicos en su centro.

Éste sitio fue visitado por John L. Stephens y Frederick Catherwood en el siglo XIX y en la narración del viaje se refiere que había un enorme montículo prehispánico; hoy en día aún existe pero se ha reducido muchísimo debido al uso de la piedra que lo conforma como material de construcción para las casas y las calles, cosa que vimos claramente pues muchos muros tenían piedras enormes bien trabajadas que eran características de la arquitectura maya de la región. 

Montículo principal de Dzilam González
Subimos a éste montículo que está en una esquina de la plaza de armas y teníamos una vista que abarcaba prácticamente todo el poblado, al otro lado de la calle se encuentra la iglesia central y en su atrio nos encontramos con la base de una estela que aún conserva algunas figuras labradas en ella. 

Después de fotografiar por éste lado el edificio, rodeamos la manzana para admirar lo más interesante del mismo: llegamos a una casa bastante humilde, típica de Yucatán con su planta oval y techo de palma, ahí pedimos permiso para pasar a su patio que colindaba con la gran mole prehispánica y aunque desde afuera no se sospecha que haya nada de interés, al dar unos cuantos pasos nos topamos con una gran pared bien conservada que delimitaba el gran montículo antiguo.

Pared del edificio principal
Saliendo de ahí caminamos algunas cuadras y llegamos a un segundo montículo más pequeño pero que en su parte más alta aún tiene algunos restos de arquitectura construida con grandes piedras, que como ya dije son características del estilo regional que es llamado "megalítico" y además de en Dzilam González se encuentra en sitios como Izamal y Aké.

Ahí terminó el recorrido por el sitio y entonces empezamos a buscar alguien que nos diera datos sobre dos sitios cercanos llamados Chunjabín 1 y 2, los cuales queríamos ubicar, aunque sólo habíamos podído reunir alguna información confusa sobre ellos.

En la plaza de armas platicamos con un habitante que nos indicó el mejor camino para llegar a la zona que buscábamos y nos decidimos a ir por ahí, sería el recorrido más extraño que me ha tocado en todos mis viajes, pero esos detalles y como pasamos la llegada del año nuevo los describiré en la siguiente entrada.


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