lunes, 15 de abril de 2019

Viaje al Puuc Pt. 15. Lagarto-Xlabpak, Yucatán

Estructura de Lagarto-Xlabpak
Cuando regresamos al corazón del Puuc desde Oxkutzcab nuevamente hubo un momento extraño que no pude ver como tal hasta tiempo después al revisar el recorrido: no quise volver a tomar la desviación de Yaxhom así que llegamos por Cooperativa sin problemas; había varios sitios pequeños en mi mapa por los alrededores pero nuestro objetivo era uno más grande llamado Pozo 10, dimos vuelta dos veces para llegar al camino que llevaba hasta ahí. Íbamos por una carretera estrecha pero pavimentada, según mis datos debíamos ir hacia el poniente pero al mirar mi brújula la aguja indicaba el norte, incluso por momentos parecía que íbamos hacia el noreste, algo sumamente extraño que me hizo dudar de que fuéramos por el rumbo correcto. A pesar de que había muchas curvas jamás pude ver la dirección correcta en la brújula así que luego de 100 o 150 metros dimos vuelta en U y regresamos al inicio de ese camino, revisamos una vez si había otra ruta pero solamente encontramos una brecha que parecía ya no usarse y estaba cubierta de maleza. Mi conclusión fue que los caminos habían cambiado pero al investigar en mi casa tiempo después la única explicación posible fue que por alguna extraña razón la brújula no estaba apuntando donde debería, no había manera de que nos hayamos dirigido al norte y la estrecha carretera era la correcta.
Lagarto-Xlabpak

Como en ese momento no sabíamos lo que había pasado, decidimos seguir de largo hacia otro sitio cercano llamado Pozo 6 o Lagarto-Xlabpak. Avanzamos hasta una terracería que a pocos metros se puso bastante complicada por lo que decidimos bajar del auto y caminar poco más de 1 km hasta el sitio.

Al final de la brecha nos encontramos con una pequeña elevación que formaba una plaza amplia, en un costado vimos dos montículos que no mostraban ningún rasgo arquitectónico en pie mientras que en el lado del norte había un edificio que es bastante peculiar por sus características especiales.

La estructura es baja, las tres puertas a penas tienen un poco más que mi altura (1.70 m); hay dos habitaciones, la de la izquierda con una puerta y la de la derecha con dos entradas para una sola cámara; la fachada es totalmente recta excepto por el espacio entre las dos puertas de la derecha que parecía estar adornada con tamborcillos aunque solo una hilera de éstos se conserva. Hay una sola moldura recta y el friso parece también ser totalmente recto.
Lado trasero del edificio

Le dí la vuelta al edificio y luego le dije a Adriana que me esperara ahí pues usaría el mapa que llevaba para buscar una escultura que da nombre al sitio y que debía estar en otro grupo arquitectónico.

Regresé algunos metros por el camino que seguimos para llegar ahí y comencé a ver montículos a mi izquierda, ahí estuve buscando senderos aunque lo poco que podía apreciar era mucha maleza. En un momento vi un claro en la selva y me metí hasta ahí, caminé unos metros en la espesura pero al no poder avanzar más tuve que regresar al camino principal.

Un segundo intento tuvo el mismo resultado, empecé a pensar en regresar con Adriana pues estaba demorando mucho pero aún quise hacer un tercer esfuerzo; me alejé un poco más y entonces vi una brecha mucho más limpia, caminé por ahí y de inmediato me di cuenta de que estaba bordeando montículos más grandes que los anteriores, a los pocos metros me encontré con una extraña escultura que primero me pareció una tortuga pero un vistazo más detallado me reveló que se trataba de un torso humano descarnado, con las costillas muy claras. Unos cuantos metros adelante estaba el gran lagarto de piedra que Teobert Maler encontró en su visita al lugar en el siglo XIX y que le dio nombre al sitio.
Escultura de lagarto

Regresé corriendo hasta donde estaba Adriana, incluso había señal de celular en algunos momentos y me di cuenta de que ya me había mandado mensajes preguntando dónde estaba pues había tardado más que en otros sitios.

Tomé algunas fotografías de la única estructura en pie y luego regresamos hacia las esculturas, ahí vimos que el lagarto ya está sumamente dañado, a penas se distinguen los rasgos de su cabeza y las patas extendidas. Una parte de la cola está rota y las marcas de pliegues de la piel son difíciles de observar.

En el mapa habían varias estructuras indicadas en la cercanía, quisimos ir a verlas y solamente encontramos montículos de mediano tamaño, una pequeña sección de muro y lo que parecía ser un basamento piramidal de baja altura totalmente destruido.
Fragmento de escultura que representa un torso humano descarnado

Regresamos al camino principal y comenzamos a caminar de regreso, el calor me parecía más intenso que en días anteriores y comenzábamos a acumular cansancio, por suerte los árboles que bordeaban el camino cubrían casi totalmente el sol y la caminata no fue tan complicada.

Yo temía que el auto se atascara al intentar sacarlo de la terracería pues la subida hacia la carretera era un tanto pronunciada pero por fortuna no tuvimos problemas y rápidamente estábamos ya en camino al siguiente sitio.

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