sábado, 25 de mayo de 2024

Viaje por el noreste del Petén. Parte 7: Inicio del gran recorrido en la selva, El Pilar y La Lagunita

Arco de entrada a la reserva natural
El domingo 24 de marzo comenzamos nuestro gran recorrido por la selva, antes de las 7 de la mañana ya estábamos reunidos en el lobby de nuestro hotel y poco después llegó Miguel, nuestro guía, con las camionetas y su equipo de trabajadores. Entraríamos en cuatro vehículos más la camioneta de Will. Lo primero fue acomodar todo nuestro equipaje en la parte de atrás de dos de ellos, en una más llevaban motosierras, machetes y otras herramientas y en la última el agua y la comida. Fui uno de los últimos en acomodar sus cosas y en encontrar lugar, por lo que me tocó junto con Eduardo y Miguel en la camioneta líder. Ahí mismo habrían de ir las cocineras, a quienes recogimos cerca del centro de Melchor de Mencos. Luego de esa parada corta, tomamos camino hacia el norte, justo junto a la frontera de Guatemala y Belice, hasta llegar al arco de entrada a la reserva natural. De inmediato dejamos atrás los campos de pastoreo y de cultivo para internarnos en la selva; pasamos el destacamento militar de "El Manantial", donde revisaron nuestros permisos y nos dieron acceso; un poco más adelante nos encontramos con los primeros árboles caídos, fue sorprendente ver a los trabajadores en acción con las motosierras y los machetes para despejar el paso, todos sabían lo que tenían que hacer y se sincronizaban perfectamente. Así avanzamos algunos kilómetros hasta llegar al lado Guatemalteco del sitio de El Pilar.

Corte de un árbol caido
El Pilar es un importante asentamiento atravesado por la frontera y que ha sido trabajado principalmente trabajado del lado beliceño, sin embargo en Guatemala también se ha excavado un grupo que cuenta con una gran estructura y un juego de pelota. Por desgracia el edificio principal fue partido por completo por una enorme fosa de saqueo que dejó al descubierto una o dos etapas constructivas. El resto de la estructura fue excavada y se pueden apreciar sus cuerpos rectos. El frente es mucho más bajo que la parte trasera porque da hacia una gran plataforma, mientras que el lado posterior baja hasta el nivel del valle. 

Decoración escalonada

Estuvimos recorriendo este edificio, sobre todo la parte trasera de la gran trinchera de saqueo, en su parte más alta pudimos ver algunas decoraciones escalonadas y geométricas. Me adelanté a los demás y estuve fotografiando el lado frontal por un rato, para después recorrer el juego de pelota y algunos montículos cercanos. Mientras tanto, las cocineras montaron una mesa y nos ofrecieron el desayuno, siendo yo el penúltimo en llegar. Cuando estaba terminando me llamaron Thomas, Leonardo y Marvin; en un principio entendí que querían ver la frontera, la cual debía estar entre 300 y 500 metros del punto donde estábamos, pero después me di cuenta que querían llegar hasta la parte Beliceña de El Pilar, yo ya había verificado el punto de GPS del sitio y sabía que estábamos a 1 km de distancia de ahí, el sendero no parecía muy transitado y me opuse a seguir, porque tomaría mucho tiempo y ya era tiempo de irnos de ahí. Los demás decidieron volver, pero Marvin no nos hizo caso y siguió adelante; cuando volvimos con los demás se hizo un desorden por eso, pero afortunadamente él también decidió regresar unos minutos más tarde.

Estructura principal de El Pilar
Subimos a las camionetas y avanzamos otro rato entre la selva, encontramos al menos otro árbol caído, aunque el camino estaba en muy buenas condiciones. Antes de llegar al campamento de La Lagunita, la camioneta donde íbamos nosotros se apagó y decidimos visitar el cercano sitio del mismo nombre antes que cualquier otra cosa. Entramos a pie por un sendero por 200 o 300 metros y nos encontramos con un montículo de tamaño mediano y alargado, en su parte alta aún podían verse algunos restos de bóvedas y muros, pero lo más interesante fue un pasaje muy estrecho con bóveda escalonada que aparentaba ser un pasillo entre dos estructuras que fue techado en algún momento. Al entrar nos dimos cuenta que cada uno de los muros laterales daba a una habitación, una configuración muy extraña en el caso de que se tratara de dos edificios que fueron unidos más tarde, yo fui de la idea de que todo el conjunto podría haberse construido al mismo tiempo y ese pasillo abovedado no fue resultado de una ampliación.
Pasaje en La Lagunita

El corto recorrido terminó regresando a los vehículos, la camioneta no pudo arrancar y tuvimos que repartirnos en las demás. Will me llamó a la suya, así que ahí seguí en los recorridos siguientes junto con William, Juan y Julio. Así nos dirigimos al campamento de La Lagunita, donde llevaron la camioneta descompuesta jalándola con otra. No paramos ahí por mucho tiempo, faltaba el plato fuerte del día...



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