lunes, 28 de agosto de 2017

Viaje a Yucatán y Campeche pt. 17. Museos de Mérida

Gran museo del mundo maya
Desde un principio teníamos la intención de visitar dos museos en Mérida pero estábamos dispuestos a sacrificarlos para visitar más sitios de la selva, sin embargo nuestro último fracaso en Chansuytún nos hizo regresar a la capital de Yucatán con tiempo suficiente.

Primero nos dirigimos a la prolongación del paseo Montejo, donde recientemente fue construido el gran museo del mundo maya. Se trata de una gran construcción en un estilo bastante contemporáneo, pues tiene en su parte superior una gran estructura redondeada que parece una pelota de ligas blancas y verdes entrelazadas. Sin embargo la exposición se ubica abajo en una gran galería de color blanco y abarca la vida de los mayas desde el primer poblamiento de la región hasta la actualidad.

Tapa de bóveda de Ek Balam
Por supuesto la parte que más nos interesaba era la prehispánica, aunque hay también aspectos interesantes de la colonia, la guerra de castas, la prehistoria y la actualidad. Algunas de las piezas que más me llamaron la atención fueron una bella tapa de bóveda procedente de Ek Balam que muestra al gobernante Ukit Kan Let Tok sentado en posición de flor de loto y parece señalar algo frente a él. Los detalles y los glifos que se aprecian todos en color negro están finamente pintados, lo que le da a ésta pieza una delicada belleza que es difícilmente igualada en otras pinturas de su tipo. 

Hay también fragmentos y estelas completas bien conservadas, una de ellas es la parte inferior de la estela 1 de Dzilam González que alguna vez estuvo empotrada en la presidencia municipal de aquel lugar con un soldado grabado en su parte superior.

Sin duda la pieza que yo más quería apreciar ahí son los murales de Mulchic, pequeño sitio cercano a Santa Elena que visité en el 2015 junto con nuestro amigo Luis Adrián. En ese entonces sabíamos que éstas pinturas estaban en Mérida, probablemente en una bodega pues no habían sido mostradas en mucho tiempo pero con la inauguración de éste museo eso cambió.
Fragmento de los murales de Mulchic

Los murales están ya muy borrosos pero se alcanza a distinguir una serie de personajes que participaban en una batalla, algunos de ellos con trajes muy ornamentados. Eran mucho más vívidos cuando se encontraron y tenían tonos amarillos, rojos y azules, además de trazos negros.

Me pareció una buena exposición aunque desde afuera el museo luce inmenso y ya por dentro tuve la impresión de que es más pequeño de lo que parece, aún así es el más grande que conozco junto con el Amparo de Puebla, obviamente dejando fuera al Museo Nacional de Antropología.

Museo del palacio Cantón
Luego de salir de ahí, avanzamos unos pocos kilómetros hacia el centro de Mérida y llegamos al bello palacio Cantón, un edificio de principios de siglo que alberga el museo regional de Yucatán. Desde que el gran museo del mundo maya se inauguró gran parte de su colección fue mudada ahí pero tuvimos en suerte que poco tiempo antes habían inaugurado una exposición llamada "Lak'iin. El poderío del oriente maya", la cual reunió piezas importantes de Ek Balam, Chichén Itzá, Kulubá y algunos otros sitios de la región.

Sabía que varias piezas que no encontramos en el pequeño museo de sitio en Kulubá estaban ahí, como una cabeza de serpiente que indica la influencia de Chichén Itzá en dicho sitio pero que conserva un estilo diferente; eso complementó la visita que habíamos hecho dias antes.

Estela de Tabí
Una vez que entramos por la puerta del edificio, tuvimos frente a nosotros la bella y rara estela de Tabí, la cual es por excelencia la pieza central de éste museo; es una escultura única pues no es una piedra sólida sino una especie de marco con dos personajes a los lados y otro en su centro, cuyos espacios intermedios fueron completamente vaciados de roca, dejando ver a través de ellos. En la parte superior un arco está inscrito con una serie de glifos e igualmente tiene un espacio vacío por debajo de éstos.

En los dos pisos del edificio se mostraban una buena cantidad de piezas en piedra, oro, jade, concha, turquesa, etc. Todas de una calidad inigualable. Algunas que destaco es un pánel con jugadores de pelota que proviene del sitio de Ichmul de Morley, unos pendientes de jade de Chichén Itzá y una serie de tapas de bóveda de Ek Balam.

La exposición es una de las mejores y más interesantes que he podido ver en cualquier museo antropológico; sin embargo hace aproximadamente un mes terminó su periodo de exhibición.
Panel de Ichmul de Morley

Al terminar nuestra visita a éstos museos también terminaba el recorrido que realicé junto con Eduardo y Julio, pues ellos regresarían al día siguiente a Querétaro y la Ciudad de México respectivamente, así que solamente nos quedaba comer tarde como siempre y luego retirarnos al hotel. Todos empacamos nuestras cosas y dormimos un poco más temprano que los días precedentes. Muy temprano ellos salieron rumbo al aeropuerto y hora y media después yo también me retiré de ahí pues me faltaban algunos días para completar mi recorrido; pero ésta vez seguiría más al sur, en el estado de Campeche, donde mi amigo Wilberth me esperaría en el centro de Hecelchakán para dirigirnos a una región que yo nunca había visitado: los Chenes.

domingo, 20 de agosto de 2017

Viaje a Yucatán y Campeche pt. 16. Izamal y la búsqueda de Chansuytun

Estructura Itzamatul
El 4 de enero fue el último día de recorridos en Yucatán con Julio y Eduardo; ellos dos quisieron descansar un poco más mientras que yo aproveché nuestro paso por Izamal para grabar un vídeo del lugar puesto que lo que tenía anteriormente carecía de sonido pues la cámara que usaba entonces no lo captó. A las 7 de la mañana salí de nuestro hotel, el cual está casi junto a la estructura Xtul o "El conejo", pero decidí dejarla para el final y terminar lo más cerca posible, así que comencé igual que la primera vez que estuve en Izamal: por la estructura Itzamatul; llegué frente a ésta y pude ver que la reja que la rodea estaba cerrada, por tanto dudé si ir a ver otro lugar o esperar, pero casi en el acto ví que se aproximaba un hombre en motocicleta y resultó ser el custodio, quien quitó el candado y dejó el paso libre.

El amanecer desde Itzamatul
La estructura Itzamatul es una gran plataforma que en uno de sus extremos tiene un basamento piramidal con una altura de aproximadamente 7 metros, desde su cima se ve un poco de los alrededores y cuando llegué a ella el sol comenzaba a salir por el horizonte; el panorama era bellísimo pues una fina neblina se extendía por toda la vista y se movía rápidamente por el viento, el vapor difuminaba la luz y permitía que mirara directamente al sol sin quedar cegado. Un poco a la izquierda se podía apreciar la silueta casi fantasmal de la enorme Kinich Kak Moo, la estructura principal de Izamal; en el cielo se veían algunas nubes delgadas que cruzaban el azul intenso que se mezclaba con un rojo que empezaba a diluirse y las plantas a contraluz daban el marco perfecto a la imagen del alba.

Kinich Kak Moo entre la bruma
Luego de permanecer un rato y de notar que la niebla se disipaba, caminé unas pocas cuadras hasta la entrada del Kinich Kak Moo, la cual se encuentra entre las casas del poblado actual, cuando llegué ahí un grupo de jóvenes locales estaba ejercitándose subiendo y bajando la gran mole del edificio; ésta estructura es la más voluminosa de Yucatán pues su gran plataforma es la más enorme que se pueda encontrar y además tiene en su cima un basamento con esquinas redondeadas que llega a cerca de 30 metros de altura, además todo está construido en el estilo local llamado "megalítico" por sus enormes piedras. Subí hasta el punto más alto y justo en ese momento una gran oleada de neblina cubrió todo a mi alrededor, podía ver como se extendía rodeando el edificio y poco a poco fue difuminando la vista del valle y del gran exconvento que se observa justo frente al Kinich Kak Moo.
Estructura superior del Kinich Kak Moo

Justo hacia la construcción colonial me dirigí entonces, el exconvento de San Antonio de Padua es uno de los más grandes del estado y fue construido sobre la plataforma de una estructura que se llamaba Pap Hol Chac, de la que muy poco puede verse ya actualmente pero que permite que el actual edificio esté muy por encima del nivel de la plaza central de Izamal. Recorrí el patio con sus grandes arcadas perimetrales pero el lugar estaba en restauración por lo que algunos andamios le quitaban un poco el encanto, desde el atrio elevado podía ver por un lado la estructura Kabul, que está detrás de un museo que aún no abría y por lo cual no pude visitar, ahí alguna vez existieron grandes mascarones que por desgracia ya fueron destruidos; por el otro la llamada Hun Pik Tok, que es un montículo sin excavar.

Exconvento desde la plaza central
Bajé a la plaza central para admirar el exconvento desde ahí y luego seguí hacia el sur, llegué hasta la estructura Habuc, aunque mucho más adelante existe otra llamada Chaltunhá que visité la primera vez que pasé por Izamal pero no quise ir tan lejos para no perder tanto tiempo y salir temprano a buscar otro sitio que Julio tenía en el itinerario. Habuc es una plataforma más baja que los edificios que había visto ya y en su parte superior tiene restos de habitaciones y pequeños basamentos, su cima es una pequeña plaza elevada y al no ser tan grande el recorrido es bastante rápido.

Exconvento de San Antonio de Padua
Por último regresé a la estructura Xtul, es la más pequeña que está abierta al público en Izamal, ha sido muy dañada por lo que es difícil apreciar su forma pero queda una plataforma baja que tiene restos de construcciones encima, a pesar de su tamaño también está hecha con enormes piedras como el resto de los edificios de ésta antigua ciudad que seguramente fue uno de los sitios más importantes de la península de Yucatán desde que fue fundado a finales del periodo preclásico, llegando a ser más grande que la ciudad actual en el clásico y sobreviviendo incluso al posclásico y la conquista para permanecer poblado hasta la actualidad.

Estructura Habuc
Cuando regresé al hotel, Julio y Eduardo a penas iban a levantarse, aunque no tardamos mucho en salir nuevamente para dirigirnos un poco al este de la ciudad con la intención de buscar un sitio llamado Chansuytun, pasamos por una terracería un tanto complicada por ser muy rocosa y luego caminamos rodeando un cercado que delimitaba un área de selva baja y espinosa; creíamos que el sitio estaba en el centro de dicha zona y la rodeamos buscando senderos que conducieran a su interior, incluso nos dividimos para abarcar más terreno y yo estuve yendo y viniendo por todas las brechas que encontraba pero nunca vimos ni rastro de edificios prehispánicos, lo que fue muy frustrante pues aunque en el mismo viaje habíamos fracasado para encontrar otros sitios, siempre habíamos visto al menos algún montículo prehispánico. 

Pájaro Toh
Decidimos no perder más tiempo y marchar a Mérida para ver el gran museo del mundo maya y el del palacio Cantón, así que regresamos hacia Izamal primero y justo cuando estábamos por llegar a la carretera vimos un pájaro con plumaje azul muy llamativo y creímos que era una especie rara así que le tomé una fotografía para mostrársela a Wilberth al día siguiente en Hecelchakán pero resultó ser un ave común de Yucatán llamada Toh. 

martes, 15 de agosto de 2017

Viaje a Yucatán y Campeche pt. 15. San Diego Buenavista y la búsqueda de San Francisco

Estela 1 de San Diego Buenavista
Después de la gran sorpresa de Chacchob, emprendimos un recorrido muy largo por el peor camino que habíamos tomado desde que iniciamos el viaje, la carretera estaba llena de baches y por si fuera poco una parte estaba en reparación y habían levantado el asfalto dejando descubierta la tierra roja y húmeda que había debajo, la cual dejó el auto completamente sucio.

Estábamos ya cerca de la esquina de Yucatán cuando llegamos a San Diego Buenavista, sitio que está en un poblado actual por lo que llegamos directamente a pedir permiso para visitarlo; el primer habitante que encontramos se ofreció a llevarnos y salió junto con su pequeño hijo a mostrarnos el camino: lo primero que vimos fue un fragmento de estela muy bien conservado que muestra a un personaje vestido como guerrero y con un gran cinturón, sus brazos parecen cadavéricos y falta la cabeza. Éste monumento es muy extraño y dificilmente se encuentra alguno que se le parezca. A pocos metros se veían los montículos que quedaron de los viejos edificios derrumbados. Pudimos ver 3 plazas pero nada de la arquitectura quedaba en pie, incluso la estructura principal que tenía una altura cerca de los 20 metros se encontraba completamente en ruinas, eso nos decepcionó un poco pues habíamos leído el nombre de éste lugar en un reporte de sitios con estilo chenes en el sur de Yucatán y dicho estilo suele tener fachadas elaboradamente decoradas.

Estela 2 de San Diego Buenavista
Lo que no nos quedó a deber fue la presencia de monumentos esculpidos, además de la primer estela pudimos apreciar otras dos muy borrosas pero con personajes y tiras glíficas. También encontramos restos de otras esculturas y un pequeño altar circular. Por fortuna los habitantes del lugar saben de su existencia y las han respetado convirtiéndose en los custodios del sitio que está muy cerca de sus hogares.

Después de recorrer San Diego Buenavista nos esperaba el trayecto más complicado del viaje. Aún teníamos la intención de visitar un sitio llamado San Francisco al norte de Peto así que regresamos primero por donde habíamos venido.

Llegamos a un cruce de caminos y dimos vuelta tal y como Julio tenía indicado para llegar, unos metros más adelante estaba la entrada de terracería donde debía estar el sitio, dejamos el auto y nos apresuramos a caminar pues ya nos quedaba poco tiempo de luz, todo pintaba muy bien pues a los pocos metros nos encontramos con montículos prehispánicos pero todos completamente destruidos y sin rastro alguno de arquitectura expuesta, estaban reducidos a ser solamente un montón de piedras.

San Diego Buenavista
En cada montículo que encontrábamos nos metíamos un poco a la selva para buscar un edificio en pie que sabíamos queda ahí, uno tras otro los íbamos rodeando y no podíamos encontrar nada. El camino era ancho pero entre más avanzábamos se veía más descuidado hasta llegar al punto en que la hierba crecía tanto que dificultaba el paso. Incluso en alguna de las incursiones entre la maleza sentí que algo jaló mi camisa, era un gran nopal que había rozado y una gran cantidad de espinas quedaron prendidas a la tela, al principio no las sentí pero poco a poco comenzaron a generarme una gran molestia pues las sentía arañar mi brazo y clavarse de repente, quitarme la camisa no era una buena idea pues por todos lados había plantas espinosas y puntas de magueyes por lo que todo el tiempo estaba sintiendo piquetes cada vez que rozaba con algo, la mitad de la búsqueda fue muy penosa para mí.

Iglesia de Peto
Al final del camino había un apiario completamente abandonado y deshaciéndose, pues la madera que lo formaba estaba ya pudriéndose, hacía tiempo que nadie trabajaba ahí. El regreso fue exactamente igual; vimos 15 o 20 montículos pero del edificio en pie ni rastro por lo que al oscurecer regresamos al auto.

De inmediato me quité la camisa y pude ver que me había convertido en un alfiletero humano, pasé un buen rato quitando espinas, además después de entrar tanto a la selva las garrapatas nos habían atacado y las traíamos escondidas entre la ropa, podía verlas aparecer sobre los asientos y pasar por el suelo del auto, maté todas las que pude y otras las arrojé por la ventanilla.

Carretera de Nenelá a Cantamayec
Ya estaba completamente oscuro cuando emprendimos nuestro camino a Izamal, casi todo el recorrido transcurrió en carreteras secundarias que aunque eran muy estrechas en general estaban en buenas condiciones y pasamos por varios poblados mayas muy pequeños. El primero fue Nenelá, desde ahí seguimos hasta Cantamayec, fue uno de los trayectos más pintorescos que he recorrido en auto pues alrededor de la carretera las plantas crecían muy alto y en muchos tramos se cerraban por encima formando un túnel verde  del que solo podíamos ver lo que estaba inmediatamente frente a nosotros pues más allá y en la parte de atrás reinaba por completo la oscuridad.

Cantamayec
En Cantamayec paramos para comprar botanas y bocadillos pues en todo el día no habíamos probado bocado, pasamos el tiempo en carretera y caminando en la selva y no nos percatamos de que pasaban las horas hasta que el estómago nos lo recordó rugiendo fieramente.

El siguiente poblado que pasamos fue Sotuta, después Tibolón y Holcá, donde llegamos a la carretera que une Mérida con Valladolid, por fín habíamos tomado un camino principal y de ahí llegamos hasta Kantunil para tomar el desvío hacia Izamal.

Iglesia de Sotuta
Todavía pasamos por Xanabá y Sudzal y finalmente llegamos a la ciudad de las tres culturas: Izamal. 

Hacía mucho tiempo que no estaba en aquel lugar, la última vez que pasé por ahí fue en el 2012 y me gustó mucho, nunca lo había visto de noche así que parecía como si todo fuera nuevo para mí. Tenía la esperanza de que las estructuras mayas estuvieran iluminadas y pudiera verlas desde la calle pero donde se encuentran no podía ver mas que manchas completamente oscuras. Cenamos en el centro y luego nos fuimos al hotel, donde nos dieron una habitación muy amplia de aspecto totalmente colonial. Ya casi llegaba a su fín el recorrido por Yucatán, pero quedaban algunas cosas que hacer todavía.

lunes, 7 de agosto de 2017

Viaje a Yucatán y Campeche pt. 14. Tipikal y Chacchob

Tipikal
El 3 de enero nuevamente tomamos todas nuestras cosas pues habríamos de pasar la noche en Izamal, pero antes de eso salimos hacia el sur tomando ruta hacia Peto, pues intentaríamos llegar a 3 sitios mayas por aquel rumbo. 

La casualidad hizo que pasáramos junto al pueblo de Tipikal, ahí hay una pequeña plataforma piramidal rodeada de una valla de metal, Julio y Eduardo ya lo conocían y les pedí que nos detuviéramos unos minutos para ir a verlo. Me tomó muy poco tiempo ya que el único edificio no es muy grande y para mi fortuna la puerta de la valla estaba abierta. Entré y pude ver que la plataforma piramidal tenía a penas 3 metros de altura y su escalinata de acceso tan solo tenía 3 o 4 escalones muy anchos.

Subestructura ovalada
Lo más interesante estaba arriba, pues en el centro del edificio se excavó un hueco que deja ver una subestructura más antigua que es muy diferente a la más grande que se ve desde el piso. Ésta es de forma ovalada como las casas de paja de los mayas actuales y claramente se puede ver su entrada y un escalón que llevaba a ella. Tal vez el techo era de palma de guano aunque no hay escombros que indiquen si era de piedra.

Luego de tomar algunas fotos y vídeo regresé al auto y seguimos nuestro camino por más o menos media hora más, el siguiente punto a visitar tiene por nombre Chacchob y traíamos varias referencias para llegar a él. Lo primero fue ubicar la terracería que llega al sitio y estuvimos cerca de equivocarnos pero ante la duda seguimos de largo y finalmente llegamos al camino correcto.

Chacchob
Una vez en la terracería, Eduardo y yo nos encargamos de guiar a Julio por medio del GPS y brújula; en un principio íbamos bien pero luego de dar una vuelta ví que en lugar de ir hacia el poniente como se suponía debíamos, habíamos girado hacia el sur y nos estábamos alejando de nuestro destino, justo a tiempo nos detuvimos para volver en reversa pues no había espacio para girar el auto y en la primer entrada al oeste lo dejamos estacionados y dimos de frente con la señal de que habíamos llegado: Chacchob está rodeado de una muralla de forma ovalada y teníamos ahí el muro que estábamos buscando.

Esquinas redondeadas de grandes piedras en Chacchob
Todos los sitios del día eran grandes interrogantes para nosotros pues sabíamos muy poco de ellos, de Chacchob únicamente habíamos leído de la muralla y sabíamos que al menos contenía un edificio en pie pero a pesar de tener un mapa de las estructuras no teníamos ninguna idea de por dónde empezar.

En un principio pensé que sería una visita rápida y habría poco que ver, así que dejé la mochila de mi cámara en el auto y no me llevé ni siquiera mi botella de agua, caminamos un poco por el sendero que entraba al recinto amurallado y parecía seguir de frente. A penas llevábamos alrededor de 50 metros cuando a mi izquierda pude ver una gran mole que sobresalía entre los árboles, era indudablemente la silueta de un gran montículo y poco a poco el camino se acercaba a su costado. Cuando estuvimos al pie de su talud pudimos ver sin duda alguna que había restos de muros y esquinas construidas con grandes piedras talladas y de inmediato subimos para verlas más de cerca.

Habitación con media bóveda en pie
Subimos a un primer nivel y mientras Eduardo y Julio observaban los muros yo me adelanté y pude ver que estábamos sobre el techo de lo que fueron habitaciones y del lado contrario al que subimos había un cuarto cuyo frente había caido pero aún estaba en pie toda la pared trasera y la mitad de su bóveda; las sorpresas no terminaban ahí pues frente a mí había una elevación aún mayor y muy empinada con algunos restos de muro saliendo de los escombros aquí y allá. Subí hasta la cima y su altura permitía incluso que la señal de celular de algún poblado cercano llegara, cosa que no pasaba en los niveles más bajos. Descender por el lado contrario fue difícil y varias veces estuve a punto de resbalar, una caída sería dolorosa y aún más por la abundancia de plantas espinosas en toda la región.

Vista del ala sur de la estructura principal de Chacchob
Una vez del otro lado, nuevamente estaba sobre antiguas habitaciones, pude ver que un gran muro estaba bajo mis pies y al fondo ví la habitación en pie que sabíamos existía en el sitio, pero no era una sino dos y entonces me dí cuenta de que toda la estructura tenía un gran muro y a cada lado las habitaciones rodeaban la plaza frontal formando una C, al centro había una gran estructura piramidal muy empinada; todo eso me recordó de inmediato el conjunto de Uxmal formado por la pirámide del adivino y el cuadrángulo de los pájaros frente a él. Todo el frente estaba casi limpio de hierba y podía apreciarse con toda claridad la forma del edificio, la ubicación de la escalinata que llevaba a la cima y sus contornos, los muros megalíticos y los restos de derrumbes antiguos. La emoción fue enorme entonces, pues es muy raro encontrar edificios mayas así que no hayan sido tocados por ninguna excavación desde que fueron abandonados hace varios siglos.

Habitaciones en pie de Chacchob
Cuando ya estaba en la plaza frente a ésta bella estructura me dí cuenta que la batería de la cámara se agotaba y tuve que volver al auto corriendo por la de repuesto y por mi agua, al regresar Julio y Eduardo ya habían llegado a donde me quedé y juntos admiramos la majestuocidad del lugar a pesar de la ruina que lo invadía. Más tarde supimos que la estructura es aún más única pues la elevación central probablemente era una torre con una escalinata tan empinada que era imposible de subir, algo que nunca hemos visto en otros lugares. Al sur de Campeche hay edificios con dos torres de éste tipo a cada extremo de varios cuartos, pero nunca una sola y al centro ni en forma de C.

Yo quise explorar un poco más aunque el reporte que teníamos decía que no había más edificios en pie, fui a rodear toda la estructura y encontré sus esquinas redondeadas; después me dirigí a un basamento piramidal con un sacbé o camino blanco frente a su escalinata y aunque lo encontré y pude ver los contornos de dicho camino, todo el edificio ya estaba convertido en un montón de piedras sin ninguna forma. Ví otros montículos en los alrededores pero ya no quedaba nada de arquitectura visible así que regresé con los demás y justo antes de subir a la plataforma de la estructura en C pude ver una pequeña cueva bajo ésta. Sin duda Chacchob es un bello lugar, que aunque pequeño fue uno de los mejores sitios que visitamos y ninguno de nosotros había estado ahí antes.