domingo, 3 de septiembre de 2017

Viaje a Yucatán y Campeche pt. 18. Cumpich y Cacabxnuc

Cumpich
Tardé bastante en llegar a Hecelchakán a pesar de no haber tomado el camión con más escalas y de que sólo son alrededor de 120 km desde Mérida. Wilberth ya estaba esperándome y le dio tiempo de ir a desayunar cochinita pibil, la cual es excelente ahí. Llevaba prestado el auto de su padre ya que el día anterior habíamos entregado el Tzuru rentado no sin antes llevarlo al autolavado pues lo dejamos completamente irreconocible por el lodo que traía pegado.

No tardamos mucho en salir por la carretera que lleva a Bolonchén pero teníamos el plan de detenernos en algunos sitios de paso. El primero de ellos yo no lo había visto a pesar de haber pasado muy cerca y de haber investigado la región desde el 2013 en que estuve ahí junto con Julio. Desde la carretera vimos un pequeño edificio entre mucha maleza crecida, yo estaba seguro de que era parte de Xkalumkín, el sitio más grande de la zona y que está abierto al público, así que ni siquiera tomé video ahí.

Cumpich
Más tarde me dí cuenta en el mapa que el pequeño edificio y los montículos que lo rodeaban casi imperceptibles estaban muy lejos de Xkalumkín como para formar parte de él... No pude encontrar ningún nombre para el sitio así que decidimos guardarlo como Cumpich, por su cercanía al poblado del mismo nombre. Para poder llegar hasta la estructura tuvimos que cortar y aplastar el altísimo pasto que crecía alrededor con dos viejos machetes que Wilberth llevaba, más tarde supimos que aquí había trabajado Antonio Benavides y por eso de estar casi destruido, éste edificio fue restaurado hasta su bóveda, sólo contiene un cuarto con una entrada.

Cementerio de Cumpich
Desde ahí llegamos al poblado actual de Cumpich. Wilberth quería ver el cementerio, donde existe la costumbre de que los habitantes sacan los huesos de las tumbas, los limpian y los colocan cuidadosamente en nichos que se encuentran en la pared. Pudimos constatar éste hecho pues vimos varias calaveras y huesos largos en los huecos. Observando más detenidamente pudimos ver que el lugar está sobre un montículo que podría ser prehispánico y uno de sus muros, casi en ruinas, bien podría ser parte de un edificio antiguo ya sea colonial o anterior.

Desde ahí cruzamos el pueblo pues queríamos encontrar otro sitio maya que yo ya tenía ubicado desde que pasé por ahí con Julio pero que no visitamos entonces; equivocamos el camino en una ocasión pero a la segunda llegamos a un campo de cultivo y detrás de él, sobre un pequeño cerro, pudimos ver otro edificio maya en pie que también fue restaurado por Antonio Benavides, el nombre de éste lugar es Cacabxnuc.

Edificio de Cacabxnuc sobre una loma
Dejamos el carro en un costado del campo y cruzamos caminando hasta llegar al borde de la loma que estaba completamente cubierta de maleza aunque distinguimos un camino que no había sido usado en mucho tiempo para subir. 

Fue bastante cansado machetear para abrirnos paso en esa cuesta y las espinas nos razguñaban los brazos pero luego de un arduo esfuerzo llegamos a la base del edificio. En la cara que tenía de frente había una habitación con su puerta, a cada lado habían otras dos con su entrada hacia los muros laterales, el izquierdo estaba caido y un árbol crecía en su interior, sobre el techo se veía una crestería ancha y sólida que sólo sobresalía alrededor de 1 m aunque en el pasado quizá fue más delgada y alta, pero lo que más me impresionó era el otro lado del edificio.
Frente de la estructura de Cacabxnuc

Luego de rodear la habitación con el techo caído me dí cuenta de que lo que había visto era el lado trasero de la estructura pues en el contrario había una habitación con dos entradas y tenía restos de decoración de mascarones geométricos muy sencillos y parecidos a los del templo de las 7 muñecas de Dzibilchaltún. Bajé un poco del montículo donde se encuentra el edificio y noté que entre la maleza se podían distinguir los escalones que llevaban a él desde una plaza que estuvo rodeada de otras estructuras que hoy han caido por completo, todo ésto me hizo emocionarme bastante pues pocas veces se distinguen tantos detalles en los edificios que no están abiertos al público y anque éste fue restaurado, su basamento no parecía haber tenido la misma suerte pues las piedras estaban sueltas y medio esparcidas en el frente.
Costado de la estructura de Cacabxnuc

Volví a subir al edificio y regresé a la habitación trasera, ahí me dí cuenta de que tal vez en un primer momento fue el frente de la estructura pues en la pared se notaban dos puertas que fueron rellenadas de piedras, por lo que antes de eso debió tener 3 accesos divididos por pilastras, dando más vista a éste lado del edificio. Luego de inspeccionar ésto fui al costado derrumbado y trepando por el árbol pude subir al techo (éso no debe hacerse en edificios endebles pero éste fue consolidado por lo que no corre el riesgo de caer), ahí pude ver de cerca la fracción de crestería que tiene en el centro y la gran vista que se extendía muchos kilómetros a la redonda, donde incluso se puede apreciar otro sitio maya llamado Haltunchón que yo ya conocía pero Wilberth no, y por eso fue nuestra parada luego de salir de Cacabxnuc.
Vista desde Cacabxnuc

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