Estructura II |
El siguiente sitio que visitamos luego de dejar el pueblo de Iturbide es quizá el más hermoso de los Chenes y tiene el edificio con portada zoomorfa más completo, grande e impresionante que permanece en pie: Hochob.
Tomamos la carretera hacia Dzibalchén primero y luego a Chenkoh, desde donde sale el camino que lleva al sitio cuyo nombre significa "lugar donde se guardan las mazorcas de maíz". Cuando íbamos hacia allá el cielo estaba sumamente azul y unas cuantas nubes blancas razgaban el horizonte, haciendo que el día fuera hermoso y perfecto para recorrer sitios, mejor que los anteriores que habían estado completamente soleados y por tanto fueron muy calurosos. Cruzamos un gran campo de cultivo y llegamos a la entrada, ahí ví que como es habitual en los sitios mayas, Hochob se encuentra en la parte alta de una loma natural.
Estructuras V, V sub y VI |
Subimos por un camino habilitado por el inah para los visitantes, ahí hay una escalinata cuyos escalones son redondos y crean una antesala perfecta para el sitio, pareciendo una serie de discos que se van inclinando uno sobre el otro para permitir el ascenso por la pendiente no tan pronunciada. Al final de ésta escalera se encuentra una gran explanada donde ya se pueden ver restos de edificios y la parte trasera de un palacio con torres a los lados, éste es más pequeño que el de Dzibilnocac y desde éste lado es difícil apreciar sus detalles por estar muy destruido.
Estructura I |
Se pasa junto a una de las torres del edificio y entonces se llega al centro del sitio, el cual es muy pequeño pero impresionante, aunque a la izquierda existen dos montículos totalmente destruidos, uno de ellos el mayor basamento piramidal del lugar; justo al frente del punto en el que entramos en la plaza central se encuentra la estructura II, la cual me recordó bastante al palacio principal de Chicanná, pues al igual que éste tiene 3 habitaciones con la central adornada con el gran mascarón del monstruo de la tierra, aunque en éste caso la habitación principal se encuentra un poco más adelante que las de los lados y también se encuentra en un ligero desnivel que lo sitúa en un punto más alto. En su techo se puede observar la parte baja de una crestería que se formaba por figuras humanas, aunque actualmente solo quedan los pies.
Costado de la estructura II |
Se puede observar que incluso la parte superior de las habitaciones laterales estaba sumamente ornamentada, los detalles de éste edificio son exquisitos a pesar de que al ser que se representa al centro le falta la gran nariz. Hay varias serpientes bicéfalas que rodean la boca del monstruo y a su vez abren las fauces hacia los lados, grecas y mascarones del dios de la lluvia Chaac en las esquinas.
Muy cerca, del lado derecho de ésta estructura se encuentran los restos de otro edificio que seguramente fue muy parecido al II pero del cual solamente quedan los arranques de los muros que alcanzan a mostrar que en su habitación central también poseía un gran mascarón integral; ésta estructura tiene el número I.
Justo a unos metros de ahí y cerrando la plaza se encuentra el frente del palacio con torres que se ve al llegar al sitio, éste se forma por las estructuras V, V-sub y VI y se parece más a los palacios de tipo Río Bec que el de Dzibilnocac, en cada extremo hay una torre que sólo difiere de las del sur de Campeche en que su templo y escalinatas son reales y no simples imitaciones, en su centro existe una hilera de habitaciones.
Serpiente en la estructura II |
Antes de dirigirme a examinar el palacio, salí por un costado y me encontré con un gran sendero que seguía por la parte alta de la loma que sostiene al sitio; lo seguí por aproximadamente 500 metros y me llevó a una plaza no excavada donde se apreciaban varios montículos bajos que no muestran nada de arquitectura en pie; lo más interesante en ésta plaza secundaria es la presencia de varios chultunes o pozos que sirvieron para recolectar agua o granos, tienen forma de botella y se aprecian a nivel del suelo como orificios perfectamente circulares con poco menos de 1 m de diámetro en su mayor parte. Luego de ver todo ésto me di cuenta que en la orilla de la plaza ya se encontraba el talud de la loma, por lo que ahí terminaba la parte aplanada en la cima.
Estructura VI, torre del palacio |
Regresé por el mismo camino para ver el palacio de Hochob, desde ahí lo primero que aprecié fue su torre más conservada que tiene una escalinata en su frente, los escalones están destruidos en su mayor parte; la estructura superior tiene dos cuartos con entradas al frente y detrás, además con puertas simuladas en los costados. Éstos aposentos en su conjunto forman un cuadrado muy sobrio que en la parte superior de la fachada muestran piedras salientes que pudieron haber sostenido una serie de esculturas que ya no se encuentran ahí; todo se remata por una alta crestería que tiene la forma de una red que deja pasar la luz por entre el tejido, una parte de ella está destruida y por eso ahora tiene forma triangular aunque originalmente fue un rectángulo que sobresalía por igual de todo el techo de la torre.
Las habitaciones en el centro del palacio ya sólo conservan parte de sus muros por lo que pocos detalles se pueden apreciar, al otro extremo se encuentra una torre ligeramente más alta que la anterior pero que no conserva completos sus aposentos superiores que al parecer eran iguales o muy parecidos a los de su contraparte.
Vista de la estructura II desde la estructura V (torre) |
Cuando terminé de rodear el palacio, vi que Wilberth estaba sentado en la parte superior de la segunda torre, cuya escalinata se encuentra completa y tiene vista directa hacia la estructura II, así que subí para sentarme ahí junto a él. Desde ahí fuimos testigos de un bello fenómeno natural que por otro lado parecería sumamente común pero que pocas veces se puede apreciar tan claramente:
El viento comenzó a soplar fuertemente con dirección hacia nosotros y las nubes que se agrupaban en el horizonte se movieron rápidamente cubriendo una buena parte del cielo frente a nosotros, los grises que tomaban eran muy cambiantes y anunciaban un aguacero inminente. En poco tiempo la mitad del sitio se oscureció mientras que a nuestras espaldas el sol apareció iluminando la fachada del edificio II, dándonos la vista más hermosa del sitio que podíamos imaginar durante algunos instantes. Muy poco después bajamos del sitio caminando rápido pues la lluvia comenzaba.
Palacio de Hochob |
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