Palacio de Tabasqueño |
Después de visitar Hochob, por primera vez en todo el viaje paramos a comer durante el día, la lluvia se desató por algunos minutos y nos dirigimos hacia Dzibalchén, donde compramos un pollo rostizado que nos llevamos hasta nuestro siguiente destino que era Tabasqueño, sitio cuyo nombre le fue dado pues los terrenos donde se encuentra pertenecieron a un oriundo de aquél estado.
No tardamos mucho en llegar, aún algunas gotas caían cuando recorrimos los últimos metros de una terracería en terrible estado y estacionamos el auto en la entrada del sitio. Bajamos y utilizamos la cajuela como mesa mientras veíamos que las nubes se adelgazaban y poco a poco iba mejorando el clima. Yo ya estaba impaciente por subir a la pequeña loma que soporta el sitio pero fue bueno llevarme algo a la boca en una hora decente y no esperar hasta el anochecer para hacerlo.
Palacio de Tabasqueño |
El sitio de Tabasqueño es muy pequeño y el área visitable lo es aún más, sin embargo es, al igual que Hochob, uno de los ejemplos más refinados de arquitectura de los chenes. Tanto así que aunque su edificio principal colapsó por el paso del huracán Gilberto en 1988, mediante los datos arqueológicos y fotografías existentes se restauró por completo a su estado anterior.
Para entrar al sitio subimos un corto trecho por la continuación de la terracería horrenda por donde llegamos y nos encontramos en una plaza grande que tenía montículos bajos en sus lados; la humedad era muy intensa pues la lluvia acababa de parar, ésto afectó mis fotografías pues se formó vapor dentro de mi lente angular, debido a ello en las imágenes parecería que había algo de niebla, pero al cambiar de lente la claridad aumentó significativamente.
Estructura superior del palacio |
Al fondo de la plaza se veía un magnífico edificio que consta de una hilera de habitaciones en cuyo centro se alza un basamento con 4 o 5 metros de altura mostrando una ancha escalinata que llega hasta una habitación cuyo frente tiene un mascarón zoomorfo que conserva todos sus detalles, se pueden ver claramente sus fauces abiertas, su nariz puntiaguda, ojos en forma de espiral abriendo hacia afuera, dos grandes dientes de roedor sobre el dintel de la puerta, cascadas de mascarones del dios de la lluvia Chaac, dos serpientes de perfil que miran hacia el centro con las fauces igualmente abiertas y una serie de adornos geométricos que enmarcan todo el conjunto. Sobre el techo se ve parte de una alta crestería que aún se alza mostrando que era calada, dando un gran realce a todo el conjunto a pesar de estar incompleta.
Estructura 3 y torre |
No subí de inmediato a la cima del palacio sino que le dí la vuelta para verlo por atrás, ahí hay otra escalinata para ascender pero no acceso a las habitaciones de la planta baja, así que seguí caminando alejándome un poco para llegar a la estructura 3, es un basamento piramidal con 4 cuerpos que muestra las paredes de su templo superior y su escalinata frontal, a su lado derecho hay una rampa que sube a una plataforma más baja y sobre ésta se ve una estructura muy particular pues solo se conocen 4 lugares mayas donde se encuentra una como ésta. Se le llama torre-emblema y además de en Tabasqueño, se pueden encontrar ejemplos en Chanchén, Nocuchich y Puerto Rico, todos en el estado de campeche y los primeros tres en territorio de los chenes, mientras que el último está ya en la zona de Río Bec.
Torre emblema |
La de Tabasqueño es quizá la más sencilla de las cuatro y tiene poco más de 4 m de altura, forma cuadrangular y una especie de remate que sobresale un poco en cada lado que la corona en su parte superior, también se aprecian algunas piedras salientes que parecen bases para esculturas.
Entré a un sendero detrás de éstas estructuras y después de unos metros por la selva encontré más montículos que forman parte del grupo sur del sitio, que se encuentra sin excavar.
Regresé al grupo central y ahora sí subí al templo del palacio, de cerca el mascarón zoomorfo se veía aún más impresionante a pesar de ser más pequeño que la mayoría de los que había visto en otros lugares con el mismo tipo de ornamentación.
Lado trasero de la estructura 3 |
Una vez que terminamos en Tabasqueño, aún nos quedaba tiempo para intentar llegar a un sitio llamado Dzibiltún, el cual no está abierto al público. Salimos en el auto y cruzamos varias terracerías que parecían en buen estado siguiendo un croquis que yo tenía, sin embargo comencé a dudar de que nuestra dirección fuera correcta debido a la existencia de varios caminos paralelos que terminaban alejándose del sitio, cosa que se confirmó al ver en mi brújula que nos estábamos apartando. No pudimos regresar muy rápido por el lodo que la lluvia dejó pero tuvimos que comenzar de nuevo tomando otro camino paralelo; sin embargo tuvimos la mala fortuna de que luego de unos cuantos metros la terracería se ponía imposible, estuvimos a punto de atorar el auto y la distancia era muy grande para intentar caminarla a esas horas así que no nos quedó otra opción que desistir. Al final regresamos a Hopelchén un poco más temprano que lo previsto y así terminó el penúltimo día que viajé con Wilberth en Campeche, pero el último sería mucho más nutrido...
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