viernes, 13 de marzo de 2020

Un mes en Campeche pt. 12. Las Torres y Xanilá, Yucatán

Estructura oval de Las Torres
El viernes 19 de julio tuvimos día libre en el curso de lengua maya, también era mi cumpleaños así que quería pasarlo por primera vez visitando sitios mayas. Fue muy complicado hacer algún plan por no tener mucho presupuesto y porque ninguno de mis amigos estaba libre.

Me decidí por visitar Cd. Caucel y tratar de recorrer la mayor cantidad posible de sus parques ecoarqueológicos, los cuales conservan vestigios de uno o varios asentamientos que se encontraban en la zona, pero es difícil decir cuales eran sitios individuales o cuales no porque un enorme desarrollo habitacional ya ocupa casi toda la zona. Según los datos que pude reunir, al parecer los sitios principales de Cd. Caucel son Dzonot Xanilá, Xanilá y Anikabil, así que fueron esos los que decidí recorrer al no tener mejores opciones, cualquier otro sitio nuevo me sería casi imposible de visitar por la ausencia de transporte.
Estructuras habitacionales de Las Torres

Comencé por ir a la terminal de segunda y tomé un autobús a Mérida. No tenía ninguna prisa así que no importaba ir puebleando y tardar casi 5 horas, aunque decidí regresar en primera clase para poder quedarme hasta el final del día.

Llegando a Mérida me dirigí a la base de los camiones de Cd. Caucel, decidí bajarme cerca del sitio de Las Torres, el cual está a medio camino entre Xanilá y el sitio que se encuentra en el centro del viejo pueblo de Caucel; es difícil decir a cual de los dos pudo haber pertenecido Las Torres.

Yo ya había pasado por ahí junto con Eduardo y Julio pero habíamos visto únicamente lo que había en una glorieta, que supuestamente eran estructuras habitacionales pero únicamente eran hileras de piedras. Después nos dimos cuenta que a unas cuadras de ahí había edificios mucho más definidos y hacia ahí me dirigí.
Estructura redonda en Las Torres

Encontré varias plataformas redondas y una muy interesante que tenía una planta ovalada sobre lo que parecían una o dos subestructuras, revelando ser el punto más importante del sitio. Lo demás consistía únicamente en los cimientos de varios muros rectos que formaban habitaciones.

El plan original era dirigirme a Dzonot Xanilá, pero debía caminar más de 3 km de ida y regreso y el calor era tremendo. Por ello decidí caminar a Xanilá. 

Así llegué al segundo sitio, el cual es parte de una serie de pequeños asentamientos dispersos al oriente de Yucatán y que son muy antiguos (preclásico medio), éstos tienen en común la presencia de un juego de pelota abierto y una plataforma cuadrada en su lado norte. El de Xanilá es bastante largo aunque sus taludes son bajos, está parcialmente restaurado. También se aprecian algunos montículos pequeños.
Juego de pelota de Xanilá

Mi visita fue muy corta y luego decidí caminar hacia Anikabil, antes de eso me desvié un poco para llegar a Kalax, un parque muy cercano a Xanilá, por lo que debió formar parte del mismo sitio. Ahí no encontré más que un montículo medianamente grande y totalmente destruido, por lo que no tomé fotografías. 

Lo último de mi recorrido fue un largo zigzagueo en Anikabil, pero ahí no encontré más que unos cuantos montículos bajos que no mostraban ningún vestigio de arquitectura visible, por lo que ni siquiera lo agregué a mi lista de sitios visitados.

Así regresé al centro de Mérida no sin antes cruzar frente al casco de una antigua hacienda cerca de Anikabil. A penas llegué a tiempo para visitar a mi amigo Stephan Merk en su casa. Cuando llegué me puse a revisar mi celular para verificar la dirección y un par de policías en su patrulla comenzaron a interrogarme sobre el motivo de mi presencia, lo cual me molestó bastante ya que ni siquiera había hecho nada más que caminar hasta ahí; en ese mismo momento Stephan salió y me dejaron en paz.
Pequeños montículos en Anikabil

Pasamos una buena parte de la tarde platicando sobre sitios mayas en una extraña mezcla de español e inglés, y pude ver un poco del gran archivo de Stephan, quien es probablemente el mayor explorador de sitios mayas que ha existido, además de que cuenta con varias publicaciones, entre ellas dos volúmenes de su libro "The long silence".

Después de eso nos despedimos y fui al centro de Mérida a buscar libros, aunque no compré ninguno. De ahí caminé a la terminal de autobuses y regresé a Campeche, donde llegué cerca de la media noche; ya que no quería gastar mucho decidí cruzar casi toda la ciudad caminando, por lo que llegué de madrugada sin haber tenido ningún problema y con mi pierna lastimada ya totalmente repuesta. Fernando había salido también a Yucatán, así que me encontraba solo por el momento.

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