Templo de la calavera |
Nuevamente tuve la oportunidad de visitar la zona maya al final del 2017 e inicios del 2018; éste viaje fue el último que tuve la oportunidad de planear junto a mi amigo Neftalí que en paz descanse y su compañero Fernando del grupo de arqueoviajes, pasamos varios días diseñando el itinerario y finalmente lo lanzamos para quien quisiera ir a mediados del año. Por desgracia más tarde Neftalí falleció, pero nosotros no quisimos que se cancelara el recorrido y lo consagramos a su memoria. Finalmente Fernando se encargó de la administración y yo sería el guía porque era el único que conocía la región; más tarde Quintín, del mismo grupo de arqueoviajes quedó también como guía. Pasaron los meses y se pudieron juntar 24 personas para realizar un trayecto por Chiapas, el norte de Guatemala, cruzar Belice y terminar en el sur de Quintana Roo.
El Palacio |
Comenzamos el viaje tomando el autobús que nos llevaría a la parte mexicana del recorrido desde el monumento a la revolución; salimos un tanto tarde y paramos más veces para que bajaran al baño de las que hubiera esperado.
Nuestro primer destino era Palenque en Chiapas, llegamos pasado el medio día y todavía nos detuvimos a comer pollo asado pues fue lo único rápido que encontramos; la visita en el sitio tuvo que reducirse a los principales edificios del área central. Así comenzamos el recorrido donde Quintín y yo fuimos dando algunos datos sobre los puntos que íbamos visitando, pasamos por la entrada principal y lo primero que vimos fue el templo de la calavera, las 3 veces anteriores que estuve en Palenque se podía subir al edificio pero ésta vez nos encontramos conque ya estaba cerrado al público.
Templo de las inscripciones |
Unos pasos más adelante encontramos la tumba de la reina roja, la cual se encuentra en un túnel dentro del edificio junto al de la calavera; ahí si era posible entrar así que pasamos a recorrerla, se trata de un edificio antiguo que fue sepultado por el que se ve actualmente y que se adaptó para colocar un sarcófago donde se encontró el esqueleto de una mujer cubierta de cinabrio (lo que le daba el color rojo). Después pasamos frente al templo de las inscripciones, en su interior se encontró la famosa tumba del gobernante Kinich Janab Pakal, pero ésta se encuentra cerrada desde hace varios años así que seguimos de largo hacia el palacio; no pudimos apreciar todos los detalles de éste complejo edificio así que nos centramos en su peculiar torre que sobresale en uno de los patios, vimos un poco de pintura mural que representa flores y algunos de los adornos de estuco que aún se observan en las paredes y en los patios.
Torre del palacio |
El siguiente punto a visitar era el conjunto de las cruces, que es mi favorito de Palenque. Ya se hacía muy tarde y una parte del grupo junto con Fernando se quedó muy atrás así que Quintín y yo no tuvimos otra opción que adelantarnos con las personas más rápidas pues los tres edificios del conjunto se pueden subir y tienen algunas de las mejores vistas del sitio. Nuevamente pude observar el bello Templo del sol, que es el mejor conservado aunque no el mayor; el templo de la cruz que es aún más alto que el de las inscripciones y el de la cruz foliada que con su basamento cubierto de pasto se ve más pintoresco y salvaje que los demás. Yo iba con calma pues conocía bien éstos edificios, pero debido a la falta de tiempo sólo pude subir al de la cruz.
Templo del sol |
Los tres edificios reciben su nombre de unos tableros bellamente labrados que se encuentran en sus templos superiores, todos tienen a los lados las figuras de los gobernantes Kinich Janab Pakal y su hijo Kan Balam II, el del sol en su centro tiene un escudo con el rostro del dios solar Kinich Ahau, el de la cruz tiene una ceiba con las ramas formando el símbolo que da nombre al edificio y el de la cruz foliada tiene una planta de maíz con la misma forma que el anterior. Desde la cima de la cruz pude sentarme un momento a apreciar la belleza de las montañas frente al templo, totalmente cubiertas de selva muy tupida que hace imposible ver lo que hay detrás; al otro lado se puede ver la extensa llanura costera que desde aquí comienza y llega hasta el golfo de México.
Templo de la cruz |
El plan era terminar el recorrido en el grupo norte pero cuando bajaba del templo de la cruz los custodios comenzaron a indicar que era hora de salir, de modo que lo único que pudimos ver fue el juego de pelota, el cual es bastante pequeño considerando el tamaño que tiene Palenque.
Desde ahí nos fuimos al hotel, que quedaba en el centro del pueblo del mismo nombre y luego de instalarnos esperamos un rato a que llegara mi amigo Ernesto, quien ya se había adelantado días antes y estaba visitando el sitio de Xupá, el cual yo había visto año y medio antes y por ello le indiqué como llegar. En cuanto nos alcanzó en el hotel me fui con él y con nuestra amiga Adriana a cenar y finalizamos el día regresando al hotel a dormir temprano pues el trayecto desde la ciudad fue bastante largo y agotador.
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