miércoles, 7 de marzo de 2018

Viaje a México y Guatemala pt. 14. Puerto Rico

Montículo junto al camino
Salimos de Zoh Laguna Sur y nos dirigimos al norte para luego girar hacia el este. Nuestro siguiente destino era Puerto Rico, un sitio que contiene una torre única. En un principio no sabíamos a ciencia cierta la ubicación del lugar y nuestro plan había sido ir a buscar un guía, pero gracias a Carlos Uc May ahora sabíamos el camino y ésta visita sería especial pues se convertiría en el 200 en la lista de los sitios mayas que he visitado, me parecía que no hacía mucho tiempo que había estado en Quintana Roo cuando llegué al número 100 en San Francisco (Chenchomac) tres años y medio antes. Además me encontraba contento de poder llegar a tal cifra justo antes de cerrar el año, aunque aún había un sitio más planeado para entonces.

Avanzamos por una carretera secundaria unos cuantos kilómetros y finalmente llegamos a una terracería que debía llegar al sitio luego de 2000 metros. El taxista decidió esperarnos ahí y caminamos el último tramo.
Restos de muro en una fosa de saqueo

El camino era para autos, por lo que no presentaba ninguna dificultad, tan solo tuvimos que revisar que la ruta fuera la correcta ya que había algunos puntos donde se bifurcaba. Supimos que estábamos cerca al encontrarnos con montículos bajos pero luego nos sorprendimos al topar de frente con uno mucho mayor, el cual tenía más de 6 metros de alto y era sumamente alargado, ahí el camino giraba y pasaba por todo su borde inferior; nosotros seguimos de largo un poco para ver que podíamos encontrar en esa estructura de la cual no teníamos noticia alguna y luego de inspeccionar todo lo que pudimos, solamente encontramos un agujero de saqueo que dejaba ver una pared expuesta y un hueco que no se distinguía si era parte de la trinchera o del edificio en sí.

Regresamos al camino y seguimos por él alrededor de 200 metros; seguíamos viendo montículos, nosotros únicamente esperábamos encontrar la torre, pero éste lugar tuvo mucha más arquitectura que empequeñecía dicha construcción. 

De pronto a la derecha de la terracería y entre maleza baja pude ver lo que estábamos buscando y con gran gusto nos acercamos ahí. La hierba tenía cerca de un metro de altura en algunas partes por lo que usé un poco el machete para despejar la vista y finalmente teníamos frente a nosotros la torre circular de Puerto Rico.
Costado circular

Aquella construcción no se parece a otras de la zona maya, se le llama torre emblema pues es maciza y no presenta forma de subir. En el área de los Chenes se encuentran edificaciones parecidas en Tabasqueño, Nocuchich y Chanchén, aunque éstas son cuadradas mientras que la de Puerto Rico es circular. La estructura está sobre un pequeño basamento cuadrado con dos escalones en cada uno de sus cuatro lados y luego tiene un solo cuerpo cilíndrico que es macizo y liso, exceptuando una serie de pequeñas aperturas cuadradas que la atraviezan de lado a lado. Recuerda a un pequeño fortín pero no hay manera de entrar en él ni de llegar a la parte superior. Al frente de uno de los escalones bajos se encuentra una especie de pequeña pileta de piedra a ras de suelo y el conjunto completo alcanza una altura de 5 o 6 metros.
Torre de Puerto Rico

La noche anterior había llovido en la zona y ésto lo notamos bastante en la hierba que permanecía llena de rocío, al recargarme en un árbol descargó sobre mí una gran cantidad de gotas de agua y en el mismo aire se respiraba una tremenda humedad; ésto nos complicó bastante documentar la torre puesto que los filtros en los lentes de las cámaras se empañaban y nos vimos obligados a quitarlos para tomar fotografías más claras aunque temíamos que el vapor se colara en los mismos lentes o en los cuerpos de los aparatos y nos diera mayores dificultades, sin embargo aquello no pasó para fortuna nuestra.

Estuvimos rodeando la torre para apreciarla desde todos los ángulos y nos parecía una estructura enigmática y extraña, yo caminé un poco por un sendero que salía de su parte trasera y me encontré con otro montículo, lo que seguía confirmando que Puerto Rico tuvo muchas más estructuras.
La torre entre la maleza

No encontramos ningún otro resto arquitectónico visible, pero estábamos satisfechos y luego de nuestro recorrido regresamos por el mismo camino hasta el taxi. Desde ahí nos dirigimos de nuevo a Xpujil; el último sitio del año no estaba en la misma ruta y por tanto podíamos prescindir de nuestro transporte, llegando a nuestro destino final pagamos el viaje y nos dirigimos a la pequeña terminal de camiones para terminar el día con un recorrido más.

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