Estructura II |
Después de Dos Lagunas, regresamos en el taxi a Xpujil, pero seguimos de largo algunos kilómetros hacia el sur hasta el poblado de Eugenio Castellot II, donde comienza un camino que lleva hasta el sitio arqueológico de Hormiguero. Éste lugar está abierto al público y los tres ya lo habíamos visitado antes pero lo incluimos en el recorrido ya que es un sitio muy bello y poco frecuentado, algo que nos gusta bastante.
El camino ha sido pavimentado en parte aunque los últimos kilómetros siguen siendo de terracería y en época de lluvias se vuelven bastante difíciles de transitar en un automóvil o en taxi. No había llovido mucho en días pasados así que no tuvimos ningún problema para llegar; el taxista se quedó en el estacionamiento para esperarnos y nosotros pasamos a registrarnos en la caseta de ingreso; se puede accesar gratuitamente, lo cual sin embargo no ha revertido la poca afluencia turística que hay.
Estructura II |
Desde antes de entrar al sitio ya se pueden observar montículos, incluso uno de ellos en la entrada tiene la típica forma de un palacio de estilo Río Bec, con torres en los extremos, aunque está totalmente derrumbado y se convirtió en un montículo con una silueta peculiar.
A partir de la caseta de entrada comienza el sendero para llegar a los edificios de Hormiguero, recuerdo que la primera vez que estuve ahí la humedad hacía que pareciera que caminara sobre hielo y estuve cerca de caer varias veces; ahora era diferente, el ambiente estaba un poco cargado de agua pero el suelo estaba seco; avanzamos 100 o 150 metros y luego de rodear un pequeño montículo, llegamos al edificio principal del lugar: la estructura II.
Portada zoomorfa de la estructura II |
Éste es un gran palacio de tipo Río Bec y también es uno de los más bellos que se conservan hasta ahora, descansa sobre una plataforma que tiene entre 2 y 3 metros de altura que al centro tiene una ancha escalinata que da acceso. Tiene dos torres con accesos falsos y algunos restos de un templo simulado en la cima de cada una, sin embargo no se encuentran exactamente en los extremos del edificio, flanquean los cuartos centrales que tienen una entrada con la portada zoomorfa más grande que haya visto, representa un gran monstruo que con las fauces abiertas rodea toda la gran puerta central que da acceso a un par de cuartos alineados que tuvieron una enorme bóveda que se conserva parcialmente. Hacia los lados externos de las torres había también dos pares de habitaciones que ahora ya no tienen techo, pero a ambos lados, en el rincón más oculto de los cuartos traseros, hay pasajes muy bajos que dan a cámaras internas, la del lado izquierdo incluso tiene un pasaje vertical que llega a otro espacio abovedado encima del primero. Abajo, rodeando la escalinata, había también cuartos de los que queda muy poco en pie y en la parte trasera había un pórtico con enormes columnas de las que no queda mucho.
Cámara interna en la estructura II |
El cielo tenía unas bellas nubes delgadas, por lo que estuve un largo rato fotografiando el edificio, después de ello entré junto con Eduardo en los pasajes internos que conducen a las dos cámaras, una sobre la otra, del lado izquierdo de la estructura. Ahí estaba sumamente oscuro y una buena cantidad de murciélagos dormían, los cuales comenzaron a volar hacia afuera cuando entramos; para ingresar en la primera habitación había que pasar gateando por un pasillo muy bajo que daba vuelta hacia la izquierda y llegaba al recinto abovedado que permitía ponerse en pie, hasta el fondo estaba un conducto hacia arriba, tuvimos que trepar por las salientes de las piedras y llegamos a la segunda cámara, la cual era igual a la de abajo.
Una vez terminamos de recorrer éste edificio, caminamos unos cuantos metros y llegamos a otro que tiene una serie de cuartos alineados, una sola torre lo bordea del lado derecho de la fachada y ésta sostiene un templo real con un solo cuarto que está decorado con otra bella portada zoomorfa. Ésta es la estructura V y tenía una escalinata para llegar a lo alto de la "torre" aunque ahora ya no tiene escalones, por lo que hay que trepar por un costado para llegar hasta la cima. Alrededor de ésta estructura hay varios montículos y en ésta ocasión, cuando subí al templo pude ver que habían trabajos arqueológicos en dos edificios aledaños.
Estructura V |
Luego de pasar un rato sentados enfrente del mascarón zoomorfo de la estructura V, bajé para ver lo que se estaba excavando en el sitio. La vez anterior me había adentrado en la selva y encontré restos de palacios e incluso un pasaje interno que descendía a las entrañas de un gran montículo. Ahora pude ver que se estaba explorando un templo de tipo Río Bec de reducido tamaño, tan sólo parecía tener un par de habitaciones con sus dos torres mucho más pequeñas que las de la estructura II en cada costado. El terreno se encontraba marcado con estacas, claramente estaba en proceso la excavación, aunque por la fecha (1 de enero), seguramente los trabajadores estaban de vacaciones. Unos metros adelante estaba una plataforma recién terminada de restaurar, la cual sostenía un solo cuarto que no tenía ya techo, pero las paredes habían sido restituidas en su lugar.
Palacio con trabajos en proceso. |
Debido a que habíamos ido a aquel sitio para relajarnos y pasar un rato tranquilo, ésta vez no volví a meterme a la selva para buscar edificios, Hormiguero era mucho más extenso que lo que se puede apreciar abierto al público; todo alrededor está cubierto de montículos, algunos de buen tamaño y muy interesantes como el mencionado de la escalinata interna, en el cual caí por uno de sus taludes cuando subí en el 2014, aunque sin ninguna consecuencia, afortunadamente.
Estuvimos un rato sentados contemplando la belleza del lugar y finalmente regresamos al taxi, emprendimos el retorno a Xpujil y de ahí pasamos a la terminal de autobuses pues Ernesto y yo íbamos a comprar nuestro boleto de regreso a la ciudad, aunque mi compañero se quedaría unos días más en Puebla y Eduardo permanecería en Chetumal.
Edificio recién excavado |
Tuvimos problemas pues nos tomó por sorpresa que había gran cantidad de gente en el poblado, no había pasaje directo ni a Puebla ni a la Ciudad de México hasta varios días más tarde, entonces tuvimos que conformarnos con tomar un autobús de segunda a Villahermosa y transbordar ahí al que nos llevara de regreso. No teníamos suficiente efectivo, por lo que Eduardo nos prestó dinero y tuvimos que ir a un cajero automático en el centro del lugar para pagarle. Ahí nos encontramos con los policías que habíamos visto cuando visitamos Río Bec, nos reconocieron y platicamos un poco con ellos, enterándonos que una de sus misiones era evitar el saqueo de sitios arqueológicos, cosa que no esperábamos escuchar pero que es una buena señal de que se comienza a cuidar mejor la gran riqueza cultural del área en la que nos encontrábamos.
Portada zoomorfa de la estructura V |
Después de eso fuimos a bañarnos a nuestros respectivos hoteles y más tarde nos juntamos nuevamente a cenar en el restaurante del día anterior, otra vez cenamos muy bien, aunque a mí me tardaron en servir bastante y ya el hambre me estaba torturando. Fue el último día que pagamos con montones de monedas, pues ya se estaban terminando. Al finalizar la cena, nos fuimos a dormir, el siguiente día cerraríamos el viaje con el recorrido más largo y extraordinario de todos los que hicimos en ésta ocasión.
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