martes, 27 de junio de 2023

Trekking a El Mirador. Parte 4: 20 km de El Tintal a La Muerta

Mono araña en el camino
Esa madrugada comencé a despertarme muy temprano para poder evitar largas filas en el baño del campamento. En Tintal estábamos más de 100 personas entre los grupos que estábamos realizando el trekking, guías, arrieros y cocineras. Esta costumbre mía que siempre aplico en los viajes en grupo dio un resultado inesperado pero interesante. Al regresar de la letrina al campamento, escuché pasos entre la vegetación, muy cerca del sendero; se escuchaban muy fuerte, por lo que me parecía poco probable que se tratara de un depredador, sin embargo, era evidente que el ruido provenía de un animal relativamente grande. Al acercarme vi una silueta blanca con un raro perfil, tardé un momento en identificar el animal que tenía al frente, a escasos 2 metros, pero de inmediato encendí la cámara de mi celular y pude grabar al oso hormiguero que comenzó a subir a un árbol al escucharme cerca.

Montículo en El Jabalí
Un par de horas más tarde, dejamos el equipaje pesado para que lo volvieran a cargar en las mulas, mientras que nosotros desayunábamos. Al igual que en la cena, todo tenía un sazón excelente. Aquí comenzaba a darme cuenta del impresionante trabajo de logística que la gente de Carmelita maneja después de años de realizar estos trekkings: cada día cargaban y descargaban las mulas con el equipaje, montaban las tiendas de campaña y llegaban arrieros con comida y agua muy temprano por la mañana. Las cocineras se levantaban a la misma hora que yo para comenzar a cocinar y luego emprendían el camino al siguiente campamento sobre mulas. Cuando el camino era muy largo, se detenían en puntos de descanso para prepararnos algún refrigerio. Los guías y arrieros que acompañan a los grupos se distribuyen al frente y detrás de la gente, llevan agua suficiente para recargar los recipientes de los participantes y ayudan en todo momento a quienes lo necesiten. Nosotros llevábamos 4 mulas sin carga por si alguien las necesitaba, dos para el grupo en general, una para Juan y una para Erik (quien nunca la utilizó), pero no fueron tocadas hasta el cuarto día.

Estructura 1 de La Muerta
Comenzamos a caminar poco después de las 7 de la mañana, pasando junto a la aguada que proporcionaba agua a Tintal en la época prehispánica. Preparé mi dron, ya que pensaba utilizarlo aquel día. En esta ocasión caminamos cerca de 15 km con un descanso intermedio hasta el campamento El Jabalí, donde paramos para comer unas tostadas excelentes. En el primer descanso aproveché para hacer algunas tomas con el dron por encima de la selva, estuve cerca de arrepentirme porque el viento vencía la fuerza de las hélices, impidiendo que regresara al punto de inicio. Vi con un poco de desesperación como bajaba la batería sin poder acercarlo a donde me encontraba. La solución fue mandarlo a dar un gran rodeo para que llegara a mi ubicación de forma oblicua, esta estrategia fue exitosa y la realicé justo a tiempo para no arriesgar al jaguacóptero a quedar atorado en lo alto de algún árbol.

Estructura 2 de La Muerta
Más tarde nos sorprendió que en El Jabalí tenían incluso refrescos fríos, que, aunque eran un poco
caros, a muchos del grupo les encantó tomar. Yo me mantuve en mi posición de no tomar lujos, así que solo tomé jugo que nos dieron con nuestro refrigerio. Este segundo día también tuve la sensación de estar comiendo en exceso, aunque el esfuerzo que se empezaba a acumular disminuyó la sensación de pesadez. A un lado del campamento, que tenía un edificio de madera con una planta alta, estaba un montículo con un gran saqueo, vestigio de un pequeño asentamiento prehispánico en el lugar.

Nos sentamos a descansar un rato, incluso Eduardo se quedó dormido, por lo que a algunos nos pareció que paramos demasiado tiempo. Estábamos ya impacientes porque el siguiente esfuerzo nos llevaría hasta La Muerta, ya en la entrada del Mirador, el sitio principal del viaje.

Interior de la Estructura 2
Comenzamos a caminar el último tramo, encontrándonos con un gran muro a un lado del sendero; no supimos decir si era parte de una estructura o era un borde del sacbé que estábamos recorriendo, ya que íbamos sobre el antiguo camino blanco que unía a El Tintal con El Mirador, el cual era bastante ancho y en algunos lugares tenía más de 5m de altura sobre el terreno circundante. Gracias a que los vehículos ya no pasan en ese sector, el sendero era mucho más fácil de caminar que el día anterior.

Los últimos 2 km, Jorge y yo nos adelantamos apretando bastante el paso, esto nos dio tiempo de grabar un video en el letrero de entrada al Mirador y volar el dron un poco sobre los únicos dos edificios excavados de La Muerta. Estas dos estructuras son del Clásico Tardío, por lo que no formaron parte del enorme sitio Preclásico que es ahora su vecino. Alrededor nos encontramos con varios montículos pequeños.

El grupo nos alcanzó y tuve que esperar por ratos para poder terminar mi vídeo sin tanta gente en las tomas, el espacio era muy pequeño para nuestro gran número. Primero me dirigí a la Estructura 2, la cual es reportada como un laberinto con cámaras subterráneas. Al recorrerlo no me pareció tan laberíntico; en realidad son varias cámaras paralelas unidas por pasillos que están enterradas por etapas constructivas posteriores, después se construyó un segundo piso más o menos similar y finalmente todo fue cubierto por un edificio piramidal que incluso tenía acceso por el lado contrario al que tuvo en un principio.

Monumento 1 de La Muerta
Finalmente subí a la vecina Estructura 1, la cual fue muy dañada pero aún se puede apreciar que es una
especie de Templo 1 de Tikal, pero en miniatura. Anteriormente estas dos estructuras eran las únicas que estaban casi completamente consolidadas en todo el recorrido, pero ahora quedaría muy sorprendido por el trabajo que se ha desarrollado en toda la zona que recorrimos en el trekking.

Después de esta breve visita, caminamos algunos metros hasta el llamado petrograbado de La Muerta. En realidad se trata de un altar fragmentado y se ha llamado Monumento 1. Está muy dañado, pero aún se puede ver un poco de un gran rostro de deidad y algunos glifos. Entre estos últimos se encuentra el glifo emblema de la cabeza de serpiente, usado por los gobernantes de Calakmul. Esto ha sido utilizado para argumentar que El Mirador fue cabecera de ese reino en el Preclásico, sin embargo, hay que tener en cuenta que este monumento es del Clásico, cuando esa urbe ya estaba abandonada y Calakmul tenía una gran influencia en toda la región del Petén, por lo que es muy común encontrar su emblema.

Un poco más adelante nos encontramos con una estela lisa, otro monumento de La Muerta. Este fue el último punto antes de llegar al punto culminante del trekking: El Mirador.



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