Amanecer en Villarica |
El segundo día de viaje nos levantamos antes de la salida del sol y fuimos por tercera vez a la playa para fotografiar el amanecer, algunas nubes cubrían el horizonte pero finalmente pudimos ver un poco el cielo rojo, aunque no tan espectacular como en algunas otras ocasiones. Justo cuando el sol estaba ya alzándose sobre la cubierta nubosa una lancha pasó cruzando las aguas bajo él, pareciendo una pequeña mancha negra sobre el azul del mar y bajo el cielo rojizo-amarillento.
Dejamos el hotel poco después y subimos todas nuestras cosas al auto, luego de un trayecto muy corto subimos a las faldas del cerro de los metates, el cual con sus paredes casi verticales domina la vista de la zona y en su base sostiene el sitio arqueológico de Quiahuiztlán.
Tumbas de Quiahuiztlán |
En éste lugar desembarcó Hernán Cortés cuando llegó de Cuba en 1519 y luego de decidir dirigirse hacia México-Tenochtitlán; aquí lo recibieron amistosamente y se entrevistó con un cacique muy corpulento que le manifestó su inconformidad con el gobierno de Moctezuma, lo que el conquistador aprovechó para tomar a los Totonacos de la región como aliados contra el poderoso imperio mexica.
Quiahuiztlán es de dimensiones modestas pero destaca por sus cementerios formados por urnas con forma de basamentos piramidales con sus templos superiores en miniatura, incluso mostrando sus accesos y escalinatas con alfardas; dentro de cada uno se depositaban los restos humanos y alrededor de cada conjunto se encuentran plataformas y templos bajos. Éstos conjuntos se encuentran a distintos niveles sobre el talud del cerro y algunos contaban con una impresionante vista al mar.
Quiahuiztlán |
Los tres ya habíamos estado ahí pero no podíamos perdernos la oportunidad de volver a fotografiar el lugar con el bello azul del cielo y el verdor de la vegetación que imperaba entonces. Únicamente visitamos el área central, llegamos al estacionamiento y pasamos la caseta de vigilancia para encontrarnos con una plaza que tiene el primer conjunto de tumbas, las cuales dan la espalda al cerro y miran hacia el centro del conjunto. Un poco más adelante hay otra plaza con templos que en su lado oriental termina en un desnivel muy pronunciado que permite ver desde ahí toda la costa y las lagunas cercanas. Siguiendo la orilla de éste precipicio y de los edificios que cercan la plaza por el norte hay otro conjunto menos numeroso de tumbas, pero por mucho más impresionante que el anterior por la presencia imponente del cerro de los metates como fondo.
Conjunto 2 de tumbas |
Yo me adelanté pues había un grupo de personas que llegaría a ésta área y quería hacer tomas sin gente, aún así no me dio tiempo y tuve que esperar con los demás a que terminaran su recorrido para continuar con mi tarea.
En una zona más baja se encuentra otro pequeño cementerio y un juego de pelota mientras que en una más alta se encuentran algunas de las tumbas más importantes, incluso una cuenta con tres accesos en su fachada en lugar de uno como todas las demás, por otro lado son las únicas que miran hacia el mar aunque la vegetación en aquella parte no permite apreciar el horizonte. No fuimos a éstos conjuntos y nos dirigimos de regreso al auto para proseguir el recorrido, aún teníamos varios lugares que recorrer.
Estructura en Cempoala junto a la muralla |
Tomamos la carretera hacia el puerto de Veracruz por algunos kilómetros, vimos una serie de montículos muy claros junto al camino y más adelante nos desviamos hacia Cempoala, otro lugar posclásico que se unió a Cortés en su travesía hacia México Tenochtitlán y que se convirtió en aliado para la derrota de dicha ciudad en el altiplano mexicano.
Éste sitio arqueológico es mucho más extenso aunque una buena parte está disperso entre las casas del poblado actual que se asentó sobre la ciudad prehispánica, vimos restos de estructuras desde que entramos a la zona urbana y hasta llegar a la entrada de la parte que está resguardada por el Inah y habilitada para la visita pública, aquí también acudimos para tomar fotografías pues ya lo conocíamos los tres.
Círculo gladiatorio |
La zona está rodeada por una muralla con remates en forma de "L", tiene edificios de buen tamaño construidos con cantos rodados y una serie de plazas de grandes dimensiones que en algunas partes tienen círculos rodeados de muros similares a los de las murallas que sirvieron para realizar sacrificios gladiatorios en los que se obligaba a ciertos prisioneros armados con garrotes y escudos falsos a enfrentarse contra soldados locales bien equipados.
Nuevamente nuestro recorrido fue breve, caminamos por las plazas y fotografiamos los círculos y las estructuras, no se puede subir a los basamentos mayores, lo que hizo que nuestro paso fuera más rápido.
Plaza principal de Cempoala |
Antes de retirarnos nos dirigimos al pequeño museo de sitio, estaba cerrado pero luego de llamar al custodio lo abrieron. Dentro hay una colección de piezas muy interesantes que incluyen platos polícromos y esculturas de pequeño formato, además de algunas fotografías históricas del lugar y de otros en los alrededores. Afuera hay una serie de esculturas en piedra de mayor tamaño, algunas mostrando grabados aún muy claros.
Finalmente proseguimos nuestro trayecto en auto y nos dirigimos a la autopista que va a Xalapa, así terminamos nuestro paso por el estado de Veracruz y nos dirigimos hacia la sierra de Puebla.
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