sábado, 27 de abril de 2019

Viaje al Puuc pt. 18. Mayapán y la estructura de Xiol, Yucatán

Vista desde el templo del pescador
Después del recorrido por Acanceh nos dirigimos al sur por la carretera a Peto, queríamos llegar al otro sitio arqueológico abierto al público que se encuentra sobre dicho camino: Mayapán. 

Avanzamos varios kilómetros hasta que me pareció que habíamos recorrido demasiado sin llegar, todo el tiempo estuve buscando algún señalamiento del sitio pero no encontramos ninguno. Dimos vuelta en U en el primer retorno y regresamos por un rato, en el lado contrario si vimos un letrero y nuevamente tuvimos que entrar en un retorno para llegar a la desviación que lleva al lugar.

Me sorprendió encontrar bastantes turistas en Mayapán, cuando estuve ahí con Julio en el 2013 tuvimos el sitio totalmente para nosotros pero ahora veía pasar gente una y otra vez, asimismo en el edificio principal distinguía personas todo el tiempo, algo que no me gustó mucho pues prefiero las fotos libres de personas. Pero dejando de lado las fotografías, me alegra que el turismo llegue a lugares distintos de Chichén Itzá.
Estructuras del lado oriente de Mayapán

Mayapán es uno de mis sitios favoritos porque es bastante compacto y desde cualquiera de los edificios grandes se puede tener una vista casi completa al área excavada con una gran cantidad de estructuras colocadas una tras otra y todo enmarcado por la selva que rodea la zona abierta al público.

Seguimos la misma ruta que en mi visita anterior, comenzando con el templo del pescador, en el cual se encontró una gran pintura con motivos acuáticos, entre ellos una persona nadando y un cocodrilo maniatado. 

De ahí pasamos a la plaza del lado oriental del sitio, rodeada de plataformas alargadas que sostenían salas hipóstilas. Al centro de los patios se encuentran templos de pequeño tamaño con sus basamentos de varios cuerpos y pequeños templos en la parte superior.
Vista desde el castillo

Entramos por un sendero al extremo oriental del sitio y llegamos a un edificio con basamento rectangular y templo circular, en un costado se encuentra una estela con un personaje algo dañado. Desde ahí regresamos a la parte central y nos dirigimos al observatorio: Un gran edificio con templo circular, en un costado hay dos mascarones del dios de la lluvia; ahí estuve un buen rato tomando fotografías desde todos los ángulos posibles para hacer un modelo en 3d de uno de ellos.

Recorrimos unas salas que contienen banquetas sobre las cuales hay una serie de murales que muestran elementos circulares rodeados de personajes, todo ello policromado. Subimos al templo circular del Observatorio y entramos para ver sus altísimas bóvedas que forman un pasillo a lo largo de todo el perímetro interior del edificio y que se comunican con el exterior por medio de cuatro puertas colocadas hacia los puntos cardinales.
El Castillo

Lo siguiente fue subir hasta la cima del Castillo de Kukulcán, el edificio principal de Mayapán que es como un modelo en pequeño del edificio homónimo de Chichén Itzá. Desde ahí se tiene una vista espectacular de los alrededores.

Bajamos por el lado poniente del edificio y recorrimos una serie de plazas por ese lado hasta llegar al templo de los guerreros, desde ahí se tiene la que para mí es la mejor vista del sitio así que nos detuvimos un rato para fotografiar.

Por último recorrimos la plaza norte para llegar a nuestro punto de partida en la caseta de servicios y regresar al auto.

Tomamos el camino de regreso a Oxkutzcab, pero en lugar de ir hacia allá nos dirigíamos a Akil, yo había contactado a un seguidor de mi página de facebook y habíamos quedado de ir a visitar un sitio en dicho poblado.
Vista desde el templo de los guerreros

Seguimos por la misma carretera hasta salir en la desviación que por un lado lleva a Akil y a Oxkutzcab y por el otro a Teabo, ahí vimos de nuevo lo que parecía un edificio maya bajo el puente (ya en algún capítulo anterior había dicho que lo vimos cuando regresamos de Yo'okop). Esta vez pude ver que había una placa frente a él y me dio mucha curiosidad saber de qué se trataba así que paramos en una tienda que está en frente y regresamos caminando.

Fue una gran sorpresa ver que lo que ahí se encontraba era un pequeño edificio maya original, la placa decía que la estructura pertenecía al sitio de Xiol y que había sido transladada ahí para reconstruirla piedra por piedra al ampliar la carretera; lo más extraordinario es que su lugar de origen estaba a más de 70 km de distancia.

Frente a nosotros se encontraba una pequeña base moderna sobre la cual se colocó la estructura, de ella solamente se conservaban las bases de los muros de una sola habitación, sin embargo presentaba una serie de adornos en las esquinas y en la primera hilera de piedras.
Estructura de Xiol

Todavía ocurrió otro hecho curioso mientras estábamos ahí: yo estaba terminando de grabar un vídeo cuando alguien me preguntó si era de verdad la estructura, respondí afirmativamente y quien había preguntado saludó a Adriana preguntándole si no lo reconocía. Se trataba de Joan Esbel, quien había estado en contacto con ella por algún tiempo en facebook y que uno o dos días antes me había mandado una solicitud de amistad. Nos vio mientras pasaba en su auto y paró a saludarnos.

Luego de conversar un rato, volvimos al auto y seguimos hasta Akil, íbamos a visitar los últimos sitios del año.

domingo, 21 de abril de 2019

Viaje al Puuc Pt. 17. Ruta de los conventos y Acanceh, Yucatán

Iglesia de Yotholín
El último día del 2018 comenzó temprano como los anteriores, yo no planeaba ningún sitio nuevo para mí pero sí unos cuantos abiertos al público para que Adriana los conociera. 

Toda la zona donde nos encontrábamos es la llamada "Ruta de los conventos", sin embargo no conocíamos ninguna de las edificaciones coloniales cercanas exceptuando la iglesia de Oxkutzcab y el exconvento de Maní, que visitamos el primer día de viaje. 

Tomamos rumbo hacia Ticul, pero antes de llegar hasta ahí pasamos por Yotholín, pequeño pueblo por el que pasamos el día anterior sin detenernos. La iglesia es bastante pequeña y discreta pero bajé del auto a tomarle algunas fotografías. La fachada es plana con una puerta central y un balcón, ambos con la parte superior redonda, arriba está rematada por una serie de arcos que forman 3 puntas, ese diseño me recordó al palomar de Uxmal, con su crestería calada. Estaba adornada con una serie de hilos que bajaban de varios puntos de la fachada y de los costados y que estaban repletos de triángulos de plástico de colores.
Exconvento de Ticul

Seguimos recto por la carretera y luego de buscar un poco en Ticul, una de las mayores ciudades de Yucatán (que no pasa del millón de habitantes), llegamos al centro y pudimos ver su sencillo y bello exconvento. Teníamos especial interés por llegar ahí pues es el lugar donde en 1841 se encontraba el padre Estanislao Carrillo, a quien se considera el primer arqueólogo yucateco. John Lloyd Stephens describió su encuentro con él en su famoso libro "Incidents of travel in Yucatán" y también habló del lugar, recuerdo mucho un pasaje en el que se encontró con una serie de calaveras en el osario del lugar, una de ellas llevaba una inscripción en la frente que decía: "Soy Pedro Moreno, un Ave María y un Padre nuestro por Dios, hermano". 

El padre Carrillo hizo algunos estudios en los sitios cercanos y fue primo del obispo Crescencio Carrillo y Ancona, quién fue fundamental para la creación del primer museo arqueológico de Yucatán.
Chapab

Lo que se puede ver del exconvento el día de hoy es una iglesia cuyo frente es parecido al de Yotholín pero mucho más grande, en la parte superior y a cada lado hay dos remates trilobulados y calados, mientras que al centro se ve una saliente semicircular, todos con cruces en sus cúspides.

Por dentro la decoración es muy sobria y sencilla, incluyendo la cúpula que se encuentra al centro de su planta en forma de cruz. Yo no tengo muchos conocimientos de arquitectura colonial pero Adriana me dijo que la sencillez de estos templos era como una contraparte a los opulentos palacios mayas que les precedieron, los cuales incluso pudieron haberse encontrado en el mismo lugar en que se levantaron las estructuras coloniales pues la región estaba mucho más poblada que actualmente y la mayoría de las poblaciones ya existían antes de la conquista.
Mama

Luego de regresar al carro, tomamos otra carretera y llegamos hasta el pueblo de Chapab, ahí vimos otra iglesia similar, su fachada era casi idéntica a las otras, exceptuando que la parte superior del balcón era recta y no semicircular, el remate nuevamente era lo que la diferenciaba de otras estructuras. Esta vez consistía en dos salientes en forma de torre a cada lado y un semicírculo pequeño al centro. Al igual que en Yotholín, el edificio estaba adornado con tiras de triángulos de plástico de colores.

El último poblado que visitamos fue Mama, ahí vimos otro exconvento cuya iglesia tenía una fachada muy parecida a la de Chapab, nuevamente el remate era lo diferente pues a cada lado tenía una saliente en forma de prisma y con terminación en punta, al centro hay una especie de pirámide de arcos que comienza con 3 aberturas y remata con una sola.
"La Pirámide" Acanceh

Seguimos hasta llegar a Acanceh. Este sitio ya lo había visitado en el 2013 con mi amigo Julio pero en esta ocasión pudimos acceder a estructuras que no visitamos aquella vez.

Cuando llegamos el custodio no estaba así que fuimos a ver el palacio de los estucos a unas cuadras de ahí, como lo encontramos cerrado tuvimos que regresar al centro, donde se encuentra la estructura principal. Había un circo en la plaza del poblado así que no pudimos tener una buena vista de "la pirámide" la cual mira hacia ahí desde el lado norte de dicha plaza, en el lado oriental se encuentra la iglesia colonial y en los alrededores hay construcciones modernas; por todo ello se le conoce como "plaza de las tres culturas".

El custodio ya había regresado así que nos dio acceso, visitamos la estructura II, que tiene escalinatas por los cuatro lados aunque dos de ellos están muy dañados, se encuentra justo detrás de "la pirámide". Desde ahí llegamos al edificio principal con sus enormes mascarones que representan al dios solar K'inich Ahau.
Palacio de los estucos

Pedimos al custodio que nos dejara ver el palacio de los estucos y amablemente nos acompañó hasta ahí, ésta gran estructura no la había podido ver antes así que me encontraba muy contento. Vimos que en el lado norte hay una enorme escalinata que lleva a la parte superior y que hubo varias etapas constructivas que estaban visibles sobre el gran basamento.

Al centro nos encontramos con una serie de recintos que pertenecían a una subestructura que había sido cubierta posteriormente pero que hace tiempo quedó a la vista y fue completamente excavada; al frente mostraba una fachada que me recordó a los templos de Yaxchilán en Chiapas: tiene tres entradas y sobre ellas un gran friso en estuco que muestra una gran cantidad de animales y seres sobrenaturales sobre un patrón de figuras en forma de cruz. Todo esto estaba aún regularmente conservado aunque a principios de siglo estaba en mejores condiciones. Estuvimos ahí un buen rato fotografiando.
Decoración del palacio de los estucos
Estructura VI
Regresamos al auto para ir un poco más lejos a buscar la estructura VI del sitio, tomamos la calle principal hacia el oriente y unas cuadras adelante Adriana vio que en una casa se dedicaban a afilar cuchillos. No pudimos desperdiciar esa oportunidad y paramos para sacarle filo al machete, que había sido prácticamente inútil hasta entonces.

Finalmente llegamos hasta la última estructura de Acanceh, ahí nos encontramos con una plataforma más pequeña que las anteriores, en su lado oriental tenía los restos de un edificio con pilastras en su entrada; lo más interesante se encontraba al centro pues pudimos ver una subestructura muy rara: se trataba de un pequeño edificio con entrada estrecha y planta totalmente ovalada, su frente estaba parcialmente cubierto por la edificación posterior pero su parte trasera sobresalía de ésta, dando una forma peculiar al edificio. Dicha subestructura era más alta que ancha, otra característica extraña.

viernes, 19 de abril de 2019

Viaje al Puuc Pt. 16. Xcorralché, Yucatán

Habitaciones semidestruidas
Desde Lagarto-Xlabpak avanzamos unos cuantos kilómetros hasta llegar a una zona de cultivos que tenía varias terracerías que la cruzaban, bajé la velocidad y estuvimos revisando cada entrada para escoger en cual dar vuelta, ninguna me pareció buena opción así que seguimos hasta otra que según mis mapas llegaba a dos grupos arquitectónicos de Xcorralché después de serpentear un poco. Cabe decir que dicho sitio tiene también los nombres de Pich Xcorralché y Tabí.

El camino era malo pero pudimos llegar con el auto a más de la mitad de la distancia hasta el grupo principal del sitio, el cual es muy grande; decidimos caminar y visitar solamente el área central pues el calor y el cansancio iban en aumento.

Desde donde comenzamos podíamos ver un área arbolada bastante más elevada que los terrenos cultivados de los alrededores, incluso se distinguía un gran montículo piramidal, el camino en un principio iba directo hacia ahí pero luego se desviaba a la izquierda; intenté buscar un sendero que llegara directamente a esa zona pero me encontré con una cantidad de maleza que era impasable.
Restos de bóveda

Volvimos al camino y nos internamos en el área selvática, avanzamos un poco y nos encontramos con una brecha a nuestra derecha que parecía ir directamente hacia el punto donde vimos el montículo piramidal, entramos por ahí y en muy poco tiempo nos encontramos con una serie de montículos de buen tamaño.

Pudimos ver que las estructuras que estaban frente a nosotros formaban un cuadrángulo que rodeaba una plaza y accedimos a ella por una esquina. Xcorralché no conserva casi ninguna sección de fachada pero si se pueden ver muchos muros en pie y secciones de bóveda aún en su lugar; en esta primera plaza vimos incluso una esquina con gran parte del interior de sus habitaciones en buen estado, aquí y allá se veían partes de bóvedas que aunque no completas daban una buena idea de la distribución que los edificios tuvieron. Justo al final de nuestro recorrido en ésta parte nos encontramos con una franja de decoración externa que era lo único que sobrevivía de todos los muros externos.
Fragmento de decoración externa

Pasamos junto a la franja decorada, la cual consistía en una serie de grecas, y accedimos a otra gran plaza que se encontraba justo al costado del edificio que cerraba el primer patio por ese lado; ahí el panorama era muy similar en tres de sus lados, en cada fragmento de bóveda había grandes panales de avispas así que no nos acercamos mucho a ellos; al centro del patio había una gran oquedad y en un principio pensé que se trataba de la entrada a una cueva pero un vistazo más cercano reveló que se trataba de un gran chultún que estaba parcialmente derrumbado.

En el lado más lejano del cuadrángulo se encontraba un gran edificio que parecía haber tenido dos o tres pisos y por ello era mucho más alto que los anteriores; se veía claramente una escalinata volada que llevaba a su parte alta a pesar de que ningún escalón estaba en su lugar, abajo de ella vimos una cámara alargada que parecía sobrepuesta, lo que nos daba la idea de que tanto la escalera como los pisos superiores fueron añadidos tardíos de la estructura.
Fragmento de estela

Este gran edificio tenía también algunos restos de columnillas que nos indicaban que su decoración era típicamente puuc, asimismo tenía algunas secciones de muro pero ninguna bóveda a parte de la que se encontraba bajo la escalinata volada.

Subí hasta la cima del montículo y estuve tratando de ver lo que había más allá de donde nos encontrábamos, era poco lo que podía distinguir entre la selva pero supuse que había un tercer cuadrángulo a la izquierda. Nos dirigimos hacia ese lado y en efecto nos encontramos con un conjunto más pequeño y mucho más dañado, no se veía ningún resto de arquitectura entre los montículos bajos que estaban cerca. Fue una sorpresa que en aquél rincón tan poco prometedor fue donde nos encontramos con el principal motivo para haber visitado Xcorralché: una serie de monumentos labrados que mostraban inscripciones e incluso figuras humanas y abstractas.
Fragmentos de estelas

Pudimos ver restos de columnas con glifos y algunos bloques muy desgastados que a penas mostraban algunos trazos pero lo principal era una serie de 5 fragmentos de estelas, una de ellas estaba partida en 4 y de la otra solo se encontraba una sección. 
La primera mostraba un gobernante de perfil con líneas de glifos en la parte superior e inferior, en el primer fragmento se encontraba la cabeza, en el segundo el torso y los brazos, el tercero las piernas y el último una parte de los pies y glifos. La segunda estela únicamente tenía las piernas sobre una línea de escritura.

Desde ahí nos dispusimos a regresar pero antes de eso pasamos por el frente del montículo principal que vimos desde lejos, subí hasta su cima a pesar de la dificultad por la gran destrucción y la tremenda inclinación del talud, pude ver segmentos de los cuerpos del edificio y me recordaron a la pirámide del Adivino de Uxmal, los muros que encontré eran todos de forma redondeada y en conjunto alcanzaban una gran altura por lo que seguramente aquí estaba el punto principal de Xcorralché. Luego de bajar regresamos al carro por el mismo camino y en poco tiempo íbamos para la hacienda de Xocnaceh.
Vista desde la Ermita de Tekax

Pasamos a dicho lugar porque hay un sitio maya adentro, sin embargo no encontramos a nadie para pedir permiso y decidimos ir a Tekax para ver el atardecer desde su Ermita, la cual se encuentra en un punto alto que permite ver todo el poblado.

Llegamos hasta ahí luego de seguir un rumbo laberíntico que nos indicó el google maps pero justo a tiempo para ver caer la tarde, subimos al punto más alto y estuvimos ahí un buen rato contemplando, incluso en un momento Adriana me tomó una fotografía y al indicarme que me moviera hacia un costado mi pie derecho se metió en un gran agujero que había en la plancha del piso y caí de forma cómica aunque tuve la suerte de no golpearme con nada.

Un poco después vimos una tormenta acercándose rápidamente y como no teníamos nada con qué cubrirnos bajamos corriendo, sobre todo yo que temía que mi cámara se mojara. La lluvia fue fuerte pero duró menos de 5 minutos. Cenamos en un restaurante al pie de la Ermita y regresamos a Oxkutzcab a descansar.

lunes, 15 de abril de 2019

Viaje al Puuc Pt. 15. Lagarto-Xlabpak, Yucatán

Estructura de Lagarto-Xlabpak
Cuando regresamos al corazón del Puuc desde Oxkutzcab nuevamente hubo un momento extraño que no pude ver como tal hasta tiempo después al revisar el recorrido: no quise volver a tomar la desviación de Yaxhom así que llegamos por Cooperativa sin problemas; había varios sitios pequeños en mi mapa por los alrededores pero nuestro objetivo era uno más grande llamado Pozo 10, dimos vuelta dos veces para llegar al camino que llevaba hasta ahí. Íbamos por una carretera estrecha pero pavimentada, según mis datos debíamos ir hacia el poniente pero al mirar mi brújula la aguja indicaba el norte, incluso por momentos parecía que íbamos hacia el noreste, algo sumamente extraño que me hizo dudar de que fuéramos por el rumbo correcto. A pesar de que había muchas curvas jamás pude ver la dirección correcta en la brújula así que luego de 100 o 150 metros dimos vuelta en U y regresamos al inicio de ese camino, revisamos una vez si había otra ruta pero solamente encontramos una brecha que parecía ya no usarse y estaba cubierta de maleza. Mi conclusión fue que los caminos habían cambiado pero al investigar en mi casa tiempo después la única explicación posible fue que por alguna extraña razón la brújula no estaba apuntando donde debería, no había manera de que nos hayamos dirigido al norte y la estrecha carretera era la correcta.
Lagarto-Xlabpak

Como en ese momento no sabíamos lo que había pasado, decidimos seguir de largo hacia otro sitio cercano llamado Pozo 6 o Lagarto-Xlabpak. Avanzamos hasta una terracería que a pocos metros se puso bastante complicada por lo que decidimos bajar del auto y caminar poco más de 1 km hasta el sitio.

Al final de la brecha nos encontramos con una pequeña elevación que formaba una plaza amplia, en un costado vimos dos montículos que no mostraban ningún rasgo arquitectónico en pie mientras que en el lado del norte había un edificio que es bastante peculiar por sus características especiales.

La estructura es baja, las tres puertas a penas tienen un poco más que mi altura (1.70 m); hay dos habitaciones, la de la izquierda con una puerta y la de la derecha con dos entradas para una sola cámara; la fachada es totalmente recta excepto por el espacio entre las dos puertas de la derecha que parecía estar adornada con tamborcillos aunque solo una hilera de éstos se conserva. Hay una sola moldura recta y el friso parece también ser totalmente recto.
Lado trasero del edificio

Le dí la vuelta al edificio y luego le dije a Adriana que me esperara ahí pues usaría el mapa que llevaba para buscar una escultura que da nombre al sitio y que debía estar en otro grupo arquitectónico.

Regresé algunos metros por el camino que seguimos para llegar ahí y comencé a ver montículos a mi izquierda, ahí estuve buscando senderos aunque lo poco que podía apreciar era mucha maleza. En un momento vi un claro en la selva y me metí hasta ahí, caminé unos metros en la espesura pero al no poder avanzar más tuve que regresar al camino principal.

Un segundo intento tuvo el mismo resultado, empecé a pensar en regresar con Adriana pues estaba demorando mucho pero aún quise hacer un tercer esfuerzo; me alejé un poco más y entonces vi una brecha mucho más limpia, caminé por ahí y de inmediato me di cuenta de que estaba bordeando montículos más grandes que los anteriores, a los pocos metros me encontré con una extraña escultura que primero me pareció una tortuga pero un vistazo más detallado me reveló que se trataba de un torso humano descarnado, con las costillas muy claras. Unos cuantos metros adelante estaba el gran lagarto de piedra que Teobert Maler encontró en su visita al lugar en el siglo XIX y que le dio nombre al sitio.
Escultura de lagarto

Regresé corriendo hasta donde estaba Adriana, incluso había señal de celular en algunos momentos y me di cuenta de que ya me había mandado mensajes preguntando dónde estaba pues había tardado más que en otros sitios.

Tomé algunas fotografías de la única estructura en pie y luego regresamos hacia las esculturas, ahí vimos que el lagarto ya está sumamente dañado, a penas se distinguen los rasgos de su cabeza y las patas extendidas. Una parte de la cola está rota y las marcas de pliegues de la piel son difíciles de observar.

En el mapa habían varias estructuras indicadas en la cercanía, quisimos ir a verlas y solamente encontramos montículos de mediano tamaño, una pequeña sección de muro y lo que parecía ser un basamento piramidal de baja altura totalmente destruido.
Fragmento de escultura que representa un torso humano descarnado

Regresamos al camino principal y comenzamos a caminar de regreso, el calor me parecía más intenso que en días anteriores y comenzábamos a acumular cansancio, por suerte los árboles que bordeaban el camino cubrían casi totalmente el sol y la caminata no fue tan complicada.

Yo temía que el auto se atascara al intentar sacarlo de la terracería pues la subida hacia la carretera era un tanto pronunciada pero por fortuna no tuvimos problemas y rápidamente estábamos ya en camino al siguiente sitio.

viernes, 12 de abril de 2019

Viaje al Puuc Pt. 14. Loltún, Yucatán

Disco de piedra
Nuestra salida de Yaxhom a Labná para pasar al baño y visitar el sitio fue inútil, a pesar de que eran ya más de las 9 de la mañana nos encontramos con el camino cerrado pues aún no estaban ahí los custodios. Nos detuvimos solo un minuto y decidí mejor ir a Loltún y aprovechar para intentar hacer el recorrido guiado de las 9:30. Nuevamente quedó pendiente Labná pues ni siquiera tengo un vídeo de la única ocasión en que estuve ahí en el 2012.

Llegamos hasta ahí 5 minutos antes de que comenzara la visita guiada (pues no se puede entrar solos), pasamos rápidamente al baño y compramos los boletos. Mientras esperaba a Adriana me puse a observar los monumentos de Yaxhom que se encuentran ahí, se trata de dos jambas o estelas con una fila de glifos cada una, además de ello hay un enorme falo de piedra y un disco con una cara de perfil que según sé proceden directamente de Loltún o de sus alrededores. 

Adriana llegó corriendo para entrar, yo tenía guardados los boletos y justo entonces no pude encontrarlos en mis múltiples bolsas, estuve corriendo buscándolos por el suelo; la gente ya había entrado e incluso cerraron la reja cuando me acerqué al guardia y le dije lo que pasaba, por suerte nos permitió pasar... los boletos estaban pegados a la pantalla de mi celular.
Petrograbado de la entrada

Alcanzamos al grupo cuando terminaba la explicación del petrograbado de la entrada y a penas nos dio tiempo de verlo un momento y fotografiarlo a detalle. Se trata de una figura humana de gran tamaño que parece ser un guerrero ataviado para la batalla, está mirando hacia la izquierda y parece tener la rodilla del lado derecho doblada sobre el suelo. Yo había visitado el lugar en el 2000 pero no tenía ninguna buena fotografía, así que no recordaba prácticamente nada; sé que la ocupación es antiquísima pues hubo personas habitando la gruta desde la prehistoria. El petrograbado de la entrada es un elemento antiguo pues data del preclásico.

Tuvimos que apresurarnos para volver a alcanzar a los demás en la entrada de la cueva, ahí nos indicaron que no debíamos retrasarnos puesto que la iluminación se iba apagando conforme se avanzaba, yo traía una gran linterna de tipo minero pero al no conocer el camino preferí no arriesgarme.

La gruta me pareció más pequeña que lo que recordaba, sin embargo las salas que la forman son impresionantes, llenas de estalactitas y estalagmitas que en algunos puntos incluso se unen formando columnas, dos de ellas son peculiares pues al golpearlas resuenan de una manera que recuerda el nombre de Lol-tún. 

Yo no recordaba que hubiera luces de colores pero en algunos puntos vimos que a momentos la iluminación cambiaba de tono, lo cual siempre da un aspecto hermoso a las formaciones rocosas, eso es algo que ya había visto alguna vez en los cenotes de Dzitnup, cerca de Valladolid.
Pasaje en la gruta

Todo el tiempo estuve adelantándome y atrasándome para colocar mi cámara sobre las rocas e intentar tomar fotos con larga exposición para que se pudiera apreciar algo, ya 19 años antes había intentado tomar capturas con mi vieja cámara de rollo y el resultado había sido un desastre, ésta vez fue diferente.

Pasamos por zonas que ya no estaban en mi memoria:
Una cámara donde había una vasija de barro en forma de cabeza sobre una gran roca, otra donde se habían encontrado entierros, entre ellos el de un niño y finalmente una donde había impresiones de manos rojas en la pared, algo que sí recordaba aún.

Después de ello llegamos a una gran sala con orificios que dejaban entrar la luz del exterior y las raíces de la vegetación de la superficie, es el punto que más me gusta de Loltún y me apresuré a fotografiarlo. Fue una tremenda sorpresa que luego de voltear a una pared me encontré conque tenía petrograbados. 
Petrograbados en la gruta

Estos últimos tenían formas abstractas y por más que buscamos no encontramos qué era lo que representaban, estaban bastante claros, justo atrás de una gran roca que aproveché para colocar mi cámara.

Nuevamente nos quedamos atrás del grupo pero ya no fue muy difícil alcanzarlo pues estábamos llegando a la parte final del recorrido. Ahí vimos una serie de terrazas artificiales que fueron construidas en la época de la guerra de castas, los indígenas sublevados usaron Loltún como un refugio y construyeron trincheras en una sección profunda que da a una pared muy empinada que finalmente da a la salida.

Ascendimos por ese lado y al poco tiempo estábamos afuera, aún teníamos mucho tiempo para recorrer más sitios pero las vueltas extra que dimos habían reducido nuestra carga de gasolina y no queríamos quedar varados en una terracería; regresamos hasta Oxkutzcab a la gasolinera más cercana y luego emprendimos el retorno para seguir adelante.

miércoles, 3 de abril de 2019

Viaje al Puuc Pt. 13. Yaxhom, Yucatán

Estructura en Sacnikté
El 30 de diciembre nuevamente salimos a explorar solamente Adriana y yo; comenzamos temprano de nuevo y pasamos cerca de Oxkutzcab a vistar el sitio de Sacnikté, el cual había visitado junto con Luis Adrián 3 años antes... 

El recorrido fue muy corto ya que únicamente se conserva una estructura con 3 habitaciones alineadas que solo muestran arranques de muros exceptuando la fachada central, que fue restaurada hasta la parte superior de la entrada, mostrando decoración de columnillas en cada lado. Yo me quedé en el auto y Adriana se acercó a sacar fotografías.

La segunda parada era ir a buscar un altar con glifos en el sitio de Idzteil, yo contaba con encontrar una terracería para autos que llevaba al sendero que debíamos seguir; sin embargo al llegar al punto de partida el terreno estaba sumamente descuidado y con maleza por todas partes, caminamos algunos metros buscando pero fue imposible ver algún indicio de camino así que decidimos regresar al auto y seguir el recorrido por el corazón de la ruta Puuc, ahí donde tradicionalmente pasa el turismo (Labná, Sayil, Kabah y Uxmal).

Pasamos frente a la entrada a la gruta de Loltún, ahí vimos que las visitas guiadas tenían horarios que no nos acomodaban en ese momento así que seguimos de largo y dimos vuelta hacia el pueblo actual de Yaxhom para cortar camino hacia la ruta Puuc.
Montículo en Yaxhom viejo

Lo siguiente fue una de las cosas más extrañas que me han pasado en cualquiera de mis viajes (y en éste hubo más de una). Llegando al centro del pueblo de Yaxhom, tomé una calle lateral para dar un vistazo a la terracería que lleva al sitio de Yaxhom viejo, el cual tenía bien ubicado pero era una gran incógnita para nosotros; no teníamos planeado visitarlo pero yo quería comprobar las condiciones del camino para ir en otra ocasión. La senda no se veía prometedora y di la vuelta de regreso a la carretera, tomé el mismo sentido en el que íbamos antes de desviarme y luego de menos de 5 minutos se acabó el asfalto y nos encontramos frente a una terracería que llevaba a campos de cultivo, di vuelta y llegamos a una Y; estaba completamente desorientado por lo que le pedí a Adriana que buscara nuestra ubicación en el gps de su celular ¡cuál sería mi sorpresa cuando vimos que estábamos a menos de 100 metros del sitio de Yaxhom viejo!; la carretera debía unirse a la ruta Puuc más adelante y no desembocar en aquel lugar, por lo que fue un completo misterio el hecho de llegar a donde estábamos sin haberlo planeado cuando unos minutos antes habíamos desistido de visitar aquel sitio.
Muro megalítico

Estando ya tan cerca decidimos visitarlo sin saber nada acerca de él, dejamos el auto en el primer espacio que encontramos y nos adentramos en un manchón de selva con el machete sin filo que no servía para hacerse camino. En poco tiempo nos encontramos con un gran montículo y me sorprendió bastante pues a pesar de que estaba casi por completo destruido mostraba grandes piedras, ¡Yaxhom era de estilo megalítico! eso implicaba que el sitio era mucho más antiguo que las ciudades de estilo Puuc que le rodeaban, esto aunado a que ahí se encontraron estelas nos daba a pensar que quizá se trató del primer centro rector de la zona. 

Subí al montículo para intentar distinguir otras estructuras en los alrededores, pude ver al menos dos más y distinguí claramente el lado por el que se encontraba la escalinata de acceso, la cual a pesar de estar hecha pedazos aún tenía la silueta característica de los escalones salientes, una vez abajo pudimos ver que también ahí se podía ver dicho acceso.

Caminamos hacia otra estructura megalítica y frente a ella nos encontramos con una extraña alineación de grandes piedras que no tenían grabados o elementos que permitieran identificarlas como estelas lisas o como elementos arquitectónicos. Subí al segundo montículo y me encontré con algunos restos de muro, pero la mayor sorpresa fue ver que del otro lado se extendía una enorme plataforma plana rodeada de estructuras gigantes.
Montículo en la gran plataforma

Subimos al gran espacio que formaba una plaza elevada y vimos que el estilo de construcción de los edificios que la rodeaban no era ya megalítico, sino que tenía piedras pequeñas y formas muy parecidas a las del Petén.

Estaba grabando mi vídeo en el lugar, cruzando la plaza de oeste a este cuando me encontré con un montículo alargado que desde mi posición mostraba dos cimas, una que parecía ser un lateral y otra que sobresalía adentrándose en la plaza; de inmediato me pasó una idea por la mente y me dirigí a rodear la saliente para ver el lado contrario pues esperaba que hubiera una tercer cima, la cual en efecto estaba ahí; esta última se encontraba alineada con la primera, dejando a la central como prominente. De inmediato volví a cruzar la plaza y comprobé que se trataba de un conjunto astronómico de "Grupo E", el cual se encuentra en muchos lugares del Petén y consta de un basamento piramidal alto que se encuentra siempre frente a una plataforma alargada con tres templos arriba; éste tipo de construcción es muy antigua y sumamente rara en el norte de la península de Yucatán, aún más en el Puuc pues el único otro conocido podría estar en Kabah. En verdad había valido la pena llegar a Yaxhom viejo.

No hicimos un recorrido más largo pues Adriana quiso ir al baño y salimos rumbo a Labná para pasar ahí, fue un día con muchos contratiempos y aún faltaba otro que modificaría los planes nuevamente.