Restos de habitación en el primer nivel de Halal |
Comenzaba la tarde cuando salimos de Kabah y me pareció una oportunidad perfecta para visitar Halal; dicho sitio ya lo había recorrido junto con Wilberth a inicios de 2017 pero en esa ocasión estuvimos buscando vestigios entre los montículos del lugar y hallamos la enorme acrópolis ya bastante tarde, tanto que cuando regresamos era de noche; ahora quería rodear todo el edificio nivel por nivel para descubrir lo que pudiera estar a la vista ya que aún se conserva bastante arquitectura aunque en mal estado.
Tomamos la carretera a Bolonchén y luego nos desviamos ya estando en el estado de Campeche, tomamos una carretera secundaria y luego de un rato reconocí el lugar aunque no pude distinguir los grandes montículos que había visto antes con Wilberth, únicamente la gigantesca acrópolis se dibujaba al fondo como un pequeño cerro.
Habitaciones del segundo nivel |
Dejamos el auto justo junto al comienzo del talud del edificio prehispánico y entramos por el mismo pequeño sendero que había seguido dos años antes, subimos al primero de cinco niveles y nos encontramos de inmediato con restos de habitaciones, ahí todas las fachadas estaban colapsadas pero aún se mantiene en pie la mitad de las bóvedas, los muros traseros y algunas paredes divisorias con puertas que comunicaban internamente los cuartos; se trata de una larga hilera y estuvimos ahí por un buen rato.
Adriana y Julio se quedaron en esa zona mientras yo me abría camino con el machete para rodear toda la primer terraza de la acrópolis, no pude encontrar nada en el lado trasero pero sí comencé a encontrarme con las reinas de Halal: montones de avispas.
Habitación bajo la escalinata de ascenso en el tercer nivel |
Ascendimos al segundo nivel de la acrópolis y el panorama era bastante parecido al primero: únicamente se veían habitaciones sin fachada, nuevamente le di la vuelta entera al edificio pero ahora fue mucho más complicado porque la maleza era muy cerrada y espinosa, finalmente me fue imposible seguir el contorno y tuve que subir al tercer nivel para poder volver donde me esperaba Julio y Adriana.
Esa tercer terraza es la más interesante del edificio, comenzamos visitando el lado sur, una parte que no había visto antes; ahí me encontré con restos de un chultún y luego un monumento esculpido bastante borrado porque su lado labrado está expuesto a toda la erosión del sol y la lluvia; es la sección inferior de una estela que tiene un personaje de pie aunque solo se observa hasta la mitad del torso y algunos cartuchos glíficos.
Fragmentos de estela |
A unos pasos de la estela se encuentra una habitación que conserva su fachada, tiene una sola entrada pero lo que más llama la atención es su moldura "rota" que forma un medio rectángulo sobre el marco del acceso; este tipo de decoración simple es muy característico de las etapas más tempranas del estilo arquitectónico del Puuc y puede verse también en Sabacché, Kabah u otros sitios, ya lo habíamos podido ver en el pequeño edificio de Cooperativa, construido de la misma forma pero a una escala mucho menor.
Quise acercarme a la habitación para ver su interior pero aún estando a 5 metros de distancia las avispas se lanzaron a atacarme por lo que tuve que tirar mi tripié y salir corriendo de inmediato, tuve suerte de que no me picó ninguna.
Habitación con moldura "rota" |
Le dí la vuelta nuevamente a la terraza y esta vez encontré varios fragmentos de decoraciones que seguramente pertenecieron a fachadas ya desaparecidas de las numerosas habitaciones de la acrópolis.
Al llegar al lado norte del nivel me encontré con la habitación que más me gusta del sitio, también conserva su fachada y tiene un estilo bastante particular: cuenta con un friso totalmente liso aunque hay piedras que sobresalen, ignoro si así estaban originalmente o si el tiempo las ha botado de su lugar. La entrada es un pórtico con columnas cuadradas y parece tener dos habitaciones, una detrás de la otra. Nuevamente me quedé con las ganas de entrar pues hay enormes panales repletos de avispas en el interior, ni siquiera intenté acercarme.
Habitación con pórtico de columnas |
Cerca de ahí observamos una habitación que estaba justo debajo de la escalinata principal de acceso al edificio, ahí se conserva una puerta que comunicaba con otro cuarto del otro lado que dejamos para el final.
Ascendimos al cuarto nivel y no encontramos ya casi ningún vestigio arquitectónico en pie, únicamente se pueden ver algunas alineaciones de piedras pues la zona más alta está sumamente destruida; pareciera que dicha terraza es la cima pero al centro aún se alza un pequeño basamento que llega más arriba aún.
Subimos hasta la cima con dificultad por las plantas espinosas y los henequenes que complicaban el paso, sobre todo Adriana tuvo muchos inconvenientes con las piedras sueltas y al comenzar la bajada incluso tuvo una caída que no tuvo consecuencias. Desde la parte alta, a pesar de encontrarse a gran altura, no se tiene una buena vista porque los árboles cubren todo.
Dintel glífico |
Finalmente llegamos a la segunda habitación bajo la escalinata, nuevamente estaba custodiada por enormes avisperos pero lo que ahí se encuentra valía la pena como para arriesgarse. Entré sumamente lento y casi arrastrándome por el suelo y pude fotografiar un dintel con glifos en el frente. Cuando estaba terminando las avispas se agitaron y salí corriendo de ahí; justo afuera el talud es muy empinado y resbaloso por lo que caí y el machete que traía en la mano voló por los aires; únicamente pude ver como caía y se clavaba en el suelo a unos centímetros de mi mano, estuve bastante cerca de hacerme una herida grave porque el filo era bastante peligroso.
Con ésto terminamos el recorrido y descendimos hasta el auto; un rato antes habíamos escuchado mucho ruido de gente que parecía hacerle señas al conductor de alguna gran máquina agrícola, al llegar al auto nos dimos cuenta que me había estacionado dejando poco espacio y tuvieron dificultades para pasar por ahí.
Aún no caía la tarde, decidimos visitar un sitio más que era muy sencillo y al cual no le había tomado fotos ni vídeo a pesar de haberlo visitado con Wilberth también hacía dos años...