Estructura "El Rey" |
Después de Chakanbakán, seguimos con rumbo a Chetumal y pasando Nicolás Bravo nos desviamos hacia Kohunlich; éste sitio había sido muy elusivo para mí pues nunca había podido visitarlo a pesar de haber pasado varias veces por sus cercanías: falta de tiempo, inundaciones y hasta un derrumbe me impidieron llegar hasta ahí. Ahora finalmente y gracias a Carlos y a Ernesto, que me permitieron incluirlo en el recorrido a pesar de que ya lo conocían, llegué a él y pude recorrerlo.
Carlos pensaba ir con su novia a Kinichná y luego regresar, así que nos dejó a Ernesto y a mí en la caseta de ingreso y así comenzamos con bastante calma el camino por el sitio. Kohunlich es raro hasta en el nombre, puesto que deriva del inglés y no del maya; al parecer es una forma viciada de decir "Cahun Ridge" o lomerío de corozos.
Acrópolis |
Llegamos primero a una amplia explanada y a nuestra derecha vimos una gran estructura llamada "el rey", a nuestra izquierda había una unidad residencial y la acrópolis del sitio, la cual es una gran plataforma que soporta una serie de palacios. Desde ahí ya pudimos apreciar la extraña arquitectura del lugar, pues no se parece a ningún otro sitio que haya visitado y tiene su estilo propio; el único razgo familiar que pude observar fueron unas columnas empotradas a las jambas de las entradas, de un tipo que había visto solamente en fotografías que me había mostrado mi amigo Eduardo de un remoto sitio llamado Channá, en el sur de Campeche. Aquí las estructuras tenían escalinatas con poca inclinación, más parecidas a rampas, puertas muy anchas y con las mencionadas columnas empotradas y habitaciones amplias, cosas que no se encuentran en las cercanías.
Palacio de las estelas |
La acrópolis tiene un patio en la parte superior, a donde convergen las habitaciones de los palacios que sostiene, ahora que no tienen techo y únicamente conservan parte de los muros, forman una traza que parece un laberinto. La planta del edificio es irregular y únicamente tiene acceso al sur, en todos los demás lados únicamente hay un gran muro de contensión casi totalmente vertical que se eleva desde la plaza principal del lugar.
Después de bajar de ahí, rodeamos el muro y llegamos a un patio muy extenso que en su lado norte tiene un edificio con parte del techo en su lugar y es llamado el palacio de las estelas, éste tiene al igual que la acrópolis unas puertas muy anchas y también muestra una sección de crestería bastante tosca y maciza sobre su techo que se ve parecida a las que se encuentran en Tikal, aunque la amplitud de espacios aparenta formar una combinación imposible, pues no parece que los muros puedan sostener algo tan masivo.
Templo de los mascarones |
Frente al templo y al centro de su pequeña escalinata se encuentran tres estelas en pie y alineadas; la piedra en las tres se ve muy irregular, por lo que parece que están sumamente deterioradas, tenían un recubrimiento de estuco que ha desaparecido o eran monumentos muy rudos que más bien parecen estalagmitas; ninguna figura labrada se distingue en ellas.
Más allá nos encontramos con un patio que estaba bajo el nivel de las plazas que habíamos pasado, en sus lados no parecía haber ningún resto de edificios, otro razgo muy extraño que me hizo pensar que si había ahí construcciones debieron ser de madera y techo de palma. Siguiendo hacia el norte comienza un talud natural que está cubierto en parte de árboles, y al acercarnos pudimos ver la estructura más importante de Kohunlich en la parte más alta.
Mascarones del lado este |
Nuevamente tuve una sensación de extrañeza, pues siempre me imaginé el templo de los mascarones como un edificio enorme, sin embargo es bastante más pequeño que lo que yo pensaba y no se ve tan impresionante cuando se lo tiene en frente. Lo que si es sumamente impactante son sus grandes mascarones, los cuales tienen aún algunos restos de color (sobre todo rojo) y están casi perfectamente conservados. Se pueden apreciar bien cuatro de ellos de grandes dimensiones y uno más reducido, otro pequeño está cubierto por un muro que colocaron los arqueólogos para protegerlo y al parecer existieron otros dos en el cuerpo más bajo del edificio. Todos están en pares a ambos lados de la escalinata que da acceso al templo superior y representan el rostro estrábico del dios solar K'inich Ahau.
Estuvimos ahí un buen rato yendo de un costado a otro de la escalinata para fotografiar y apreciar los detalles de éstas bellas muestras del arte maya. De pronto nos encontramos con Carlos y su novia Paola, pues desistieron de ir a Kinichná y decidieron mejor entrar a recorrer Kohunlich. Se sorprendieron un poco de que nuestro ritmo había sido muy lento hasta entonces pero a partir de ahí apretamos un poco el paso pues las nubes comenzaban a cerrarse sobre nosotros y parecía que en cualquier momento un aguacero se desataría, lo cual afortunadamente no pasó.
Templo de los mascarones |
Bajamos por un costado de la loma donde nos encontrábamos y pasamos por un juego de pelota cuyos taludes no tenían mucho de particular pero si su cancha, que es una de las más anchas que haya visto en cualquier sitio arqueológico.
Más adelante llegamos a la plaza Merwin, la cual está rodeada de palacios, uno de ellos con una escalinata muy larga con grandes escalones, asimismo hay estructuras muy reducidas y con muros casi verticales que parecen cubos con una escalinata que llega a su parte superior, otro razgo bastante peculiar que no había visto en otros lugares exceptuando quizá el grupo Lothrop de Xelhá, muy al norte de donde nos encontrábamos. Seguimos nuestro camino en zig-zag ahora hacia el norte y llegamos a una gran plataforma habitacional.
Estructura en el conjunto de los 27 escalones |
El conjunto donde nos encontrábamos lleva por nombre Pixa'an, y es un gran palacio que contiene muchos cuartos que al igual que la acrópolis parecen un laberinto que converge a un patio central. Desde ahí nuevamente giramos hacia el sur y luego a un camino que se alejaba hacia el este; siguiéndolo llegamos al grupo más alejado que está abierto al público: el de los 27 escalones. En un principio nos pareció que el nombre no era correcto pues la escalinata que lleva a lo alto de la plataforma que lo sostiene tiene menos peldaños, pero contando unos muy grandes que más bien parecen rampas sucesivas sumamos los que faltaban.
Éste conjunto también es una serie de palacios que rodean patios y está dividido en dos: el primero sobre una plataforma con aproximadamente 2 metros de alto parece el más importante pues su tamaño es mucho mayor que el del segundo, que se encuentra por debajo del nivel y un poco retirado.
Así terminamos el recorrido y caminamos de regreso a la entrada, yo todavía subí a la estructura "el rey" mientras que Ernesto se adelantaba. La vista desde ahí era muy bella, con algunos edificios sobresaliendo entre las palmas de corozo que dan el nombre al sitio y sobre el pasto que cubre las plazas. Me dirigí a buscar a los demás y ahí se rieron un poco de mí puesto que mi memoria para los autos es pésima y pasé frente al de Carlos, donde ya estaban todos, sin darme cuenta que eran ellos...
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