Edificio destruido |
El 29 de diciembre fue uno de los mejores días del viaje. Comenzamos temprano nuevamente, saliendo de Oxkutzcab directo hasta Xul y luego tomando una desviación para llegar a las cercanías de un eco-spá que en sus terrenos cuenta con algunos sitios mayas; para entrar se requiere de permiso, algo difícil de conseguir, pero yo llevaba suficientes datos para llegar a uno de estos sitios, llamado Chacbolai, sin pasar por áreas privadas con paso restringido y entrando por la selva.
Dejamos el carro en una pequeña brecha que llevaba a una milpa abandonada y comenzamos a caminar, el machete no tenía mucho filo por lo que fue un recorrido arduo, sumado a ello había demasiadas espinas y ramas que nos obstruían el paso. A diferencia de Cucá, ésta vez yo llevaba una camisa de manga larga y no tuve muchos problemas, pero Adriana, Carlos y sobre todo Paola sufrieron un poco cruzar los terrenos difíciles que nos separaban de Chacbolai y que en conjunto a penas llegaban a los 500 o 600 metros, pero que aún así eran terribles.
Lado trasero del palacio |
Después de andar en zig-zag, cortando lo poco que se podía con el machete y abriéndonos paso con piernas y brazos, llegamos a la mensura o división de terrenos entre el eco-spa y la milpa; ahí se encontraba una valla de alambre de púas cuyos costados estaban mucho más libres de maleza así que la estuvimos siguiendo el resto del trayecto.
Encontramos algunos montículos bajos que nos indicaban que estábamos acercándonos al sitio, finalmente llegamos a la base de una colina con suave pendiente y luego de pasar un punto en el que un árbol caído obstruía el paso vimos los primeros indicios de arquitectura visible de Chacbolai.
Detrás del árbol se encontraban los restos muy arruinados de una pared, en su mayoría se había derrumbado y una parte yacía por el suelo con sus piedras aún unidas por el antiguo estuco usado para la construcción. Poco se podía adivinar de la forma de la habitación que hubo alguna vez ahí así que no estuvimos mucho tiempo contemplando el edificio.
Costado sur del palacio |
Unos metros adelante había una pared más grande y completa que estaba paralela a la dirección que habíamos seguido para llegar hasta ahí, tampoco había más detalles para darse una idea del edificio que ahí se encontraba por lo que seguimos y justo frente a dicho muro pudimos ver el palacio, el cual es el edificio principal de Chacbolai y conserva una gran parte de su arquitectura en pie.
Habíamos llegado por la parte trasera, ahí se veían las paredes traseras de 3 habitaciones, así como los muros intermedios que las dividían, todo el frente había caído dejando únicamente la mitad de las bóvedas y un montón de piedras donde estuvieron los muros faltantes. El panorama no era muy distinto en las secciones traseras de los dos costados del edificio, ahí también se podían apreciar muros de habitaciones con sus frentes totalmente destruidos, aunque había algunas secciones de fachada aún en pie aunque estas no conservaban su parte superior con decoraciones y mostraban solamente muros lisos y algunos pedazos de molduras.
Frente del palacio |
La conservación en el frente del palacio era totalmente diferente a la de las otras tres caras, pudimos ver que además había sido trabajado por arqueólogos, lo que se distinguía claramente en algunas partes de la fachada por el color de las piedras. Ese lado mostraba una base con columnillas sobre la que se encontraba el muro liso y las tres puertas de acceso a igual número de habitaciones, arriba habían molduras triples que en su centro tenían una fila de columnillas, luego el friso con nichos sobre cada puerta y una nueva moldura triple con la misma decoración que la inferior. En las esquinas se veía una columna con partes "anudadas" y sobre la habitación central estaban los restos de lo que había sido una escalinata volada que llevaba a la parte superior del edificio, ahí arriba no parecía haber habitaciones. Lo extraño de la escalera era que bajo ella encontramos un pequeño recinto alargado y muy bajo que tenía una diminuta entrada, algo que nunca había visto en ningún otro lugar. Esta habitación pequeñita era muy visible pues los escalones que le servían de techo habían caído y permitían asomarse desde arriba.
Costado norte del palacio |
Tomar fotografías de la fachada del palacio fue algo complicado porque el sol estaba saliendo justo detrás del edificio, así que nos daba de frente. Pasé un buen rato buscando ángulos donde no salieran los rayos de luz pero finalmente obtuve buenos resultados.
Una inspección más cercana del edificio nos permitió ver que alguna vez tan solo existieron las tres habitaciones frontales, todo el resto de los costados y el lado trasero se habían agregado más tarde e incluso sus fachadas estaban un tanto desalineadas con las anteriores, quizá la escalinata a la parte superior fue el último añadido para un segundo piso que nunca se construyó.
Chacbolai es un sitio pequeño, por lo que no encontramos otros edificios en pie en los alrededores, regresamos por el mismo camino que habíamos seguido aunque esta vez intentamos seguir la mensura hasta la carretera para salir más fácilmente; desistimos de ello pues pasaba por un cerro muy empinado y mucho más alto que el que sostenía al sitio.
Palacio |
Al final del camino nos llevamos una desagradable sorpresa pues nos dimos cuenta de que las garrapatas nos habían atacado y sobre todo Paola traía algunas pegadas en los brazos y en la espalda; Adriana y Carlos también las sufrieron en menor medida pero yo nuevamente agradecí a mi camisa larga pues únicamente encontré esos molestos insectos caminando por la tela sin haber encontrado su camino hasta mi piel.
El recorrido fue corto pero aún así fue el más complicado del día; la belleza de Chacbolai fue el preámbulo para el resto de los sitios que visitamos más tarde, todos en el área sur del Puuc yucateco.
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