Estructura IX, Becán |
Prácticamente al regresar de la práctica de campo en Tlayacapan, se presentó la oportunidad de ir a tomar un curso de lengua maya en la Universidad Autónoma de Campeche por parte de la carrera de antropología. En un principio no había decidido ir pero el ofrecimiento de transporte a cargo de la escuela y hospedaje por parte de los estudiantes de la institución anfitriona me convencieron.
El curso comenzaría el 1 de julio y por motivos de logística salimos de la Ciudad de México el 27 de junio. Pasamos todo el día en carretera parando varias veces al baño y una a comer en la Tinaja, Veracruz; llegamos hasta Villahermosa y ahí nos hospedamos en un lugar que me traía algunos de los peores recuerdos de mi vida. Dicha ciudad nunca me ha gustado y ahora estaba en una condición peor que nunca pues una buena parte del centro estaba cerrada con el pavimento de las calles levantado; al anochecer parecía locación de película de terror: silenciosa y desierta.
Estructura X, Becán |
Al día siguiente volvimos a subir al autobús y llegamos sin paradas largas hasta Campeche. Ahí nos dieron la bienvenida y me dijeron que a Fernando y a mí nos hospedaría nuestro nuevo amigo Álvaro Aldahir. Nos quedamos en una casa perteneciente a uno de sus tíos donde estuvimos muy cómodos: teníamos baño, lavadero, una pequeña cocina improvisada, sillones y hamacas.
Por la tarde-noche nos juntamos casi todos en un bar del centro. Fernando y yo fuimos los primeros en retirarnos a dormir porque habíamos comprado boletos para ir a Xpujil muy temprano al día siguiente y aprovechar el fin de semana antes de comenzar el curso.
El trayecto fue bastante largo pero al medio día ya estábamos en nuestro destino. Conseguimos habitación en el hotel más cercano a la terminal y tomamos otro autobús que en 10 minutos nos dejó en la entrada de Becán.
Estructura XX de Chicanná |
Era mi cuarta visita al sitio y me dediqué a tomar fotografías. Nuestro recorrido inició por la estructura IV y el pasaje abovedado de la V y de ahí subimos a los grandes edificios número XVIII y IX, el primero con sus torres gigantes de estilo Río Bec y el segundo totalmente petenero.
Dimos la vuelta al edificio X con su multitud de habitaciones, llegamos al juego de pelota y regresamos a la entrada pasando por la plaza que forman las estructuras I, II, III y IV.
Me sorprendió bastante que el área contigua al sitio había sido quemada y se podían ver claramente varios montículos que en mis anteriores visitas estaban completamente cubiertos de vegetación.
Tal como en todas las ocasiones anteriores, Becán me dejó una grata impresión pues es un sitio muy interesante y lleno de detalles.
Estructura II de Chicanná |
Cuando salimos del sitio era ya algo tarde, teníamos la opción de visitar el cercano Chicanná pero necesitábamos transporte (caminando no daría tiempo). Justo en el límite de la espera pasó un taxi y le pedimos al conductor que nos esperara en la entrada de Chicanná para no tener problemas al regresar a Xpujil.
Al igual que con Becán, al ya haber estado ahí varias veces antes me dio la oportunidad de buscar mejores fotos. El recorrido es muy corto por lo que lo realizamos en poco más de media hora.
Llegamos primero a la estructura XX, la cual tenía portadas zoomorfas en sus dos plantas principales y una gran cantidad de cuartos que hoy están bastante dañados. Pasamos por las estructuras XV y XVI, que solo conservan las bases de los muros y luego llegamos a la plaza principal, rodeada de los edificios I a IV. Ahí nos encontramos con la impresionante portada zoomorfa que es la imagen más famosa del sitio.
Grupo III de Xpujil |
Terminamos frente a la estructura VI, con su gran fragmento de crestería y nos dirigimos a la salida.
Aún quedaba mucho tiempo de luz de día así que decidimos hacer un recorrido por varios grupos del sitio de Xpuhil. Comenzamos por el III, el cual está muy cerca de la carretera Escárcega-Chetumal; en mis múltiples visitas pude ver el proceso de excavación y restauración desde que solo había montículos hasta ahora, cuando casi en su totalidad está liberado y muestra numerosas estructuras de tipo habitacional que rodean al menos 4 patios.
De ahí nos dirigimos al grupo conocido como "El Kitam", que se encuentra en lo alto de una loma; únicamente una estructura está restaurada y tiene algunas decoraciones de estuco; detrás de ella hay una plaza con montículos en sus 4 lados, uno de ellos con un agujero que permite observar una cámara abovedada muy bien conservada.
Grupo II de Xpuhil |
Para cerrar el día caminamos al grupo II, el cual se encuentra entre la selva. Me sorprendió el avance de las construcciones actuales, las cuales se habían comido una franja de más de 10 metros que anteriormente estaban cubiertos de vegetación. A pesar de los cambios fue bastante fácil llegar porque el sendero estaba bastante más amplio que antes y el lugar se encontraba mucho más limpio de maleza.
Algo que parecía preocupante fue la gran sequía que azotaba la región, por todo el camino vimos los campos secos y la vegetación prácticamente sin follaje, lo que dejaba ver una cantidad impresionante de montículos que parecían cubrir una extensión sin fin.
Después de visitar el grupo II, con su bella crestería, regresamos al hotel y decidimos el itinerario del día siguiente, que sería complicado y nutrido.
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