jueves, 20 de febrero de 2020

Un mes en Campeche pt. 6. El Tigre-Itzamkanac

Estructura IV
El domingo 7 de julio nos levantamos muy temprano y antes de las 6 de la mañana Álvaro y Andrei pasaron por Fernando y por mí para salir hacia la zona arqueológica de El Tigre-Itzamkanac. Ellos habían estado trabajando en un proyecto videográfico llamado "los 7 tesoros de Campeche" e iban a grabar en el sitio una entrevista con el arqueólogo Iván Urdapilleta y a realizar algunas tomas con dron. 

Primero paramos en una gasolinera y ahí ya nos esperaban nuestras compañeras Romina y Odaris junto con "Bobby" de la primera generación de la carrera de antropología en la UNAM y Ángeles, de la misma carrera pero en la UACAM. Esperamos ahí por un rato mientras Andrei iba por Johnny, el camarógrafo y llegaba el arqueólogo. Aproveché para comprar una venda en la farmacia, pues mi rodilla seguía casi en las mismas condiciones del día anterior, estuve ahí acomodándome el vendaje hasta que pude caminar mucho mejor, la presión evitaba por completo el dolor aunque no podía doblar demasiado la articulación.
Estructura II desde la cima de la IV

Nos dividimos en los autos de Andrei y de Iván y salimos con rumbo a Escárcega. El camino fue muy tranquilo y llegamos ahí justo a tiempo para pasar a desayunar unos tacos. De ahí nos dirigimos a Candelaria y llegamos antes del medio día al hotel Taxahá, donde recogimos a su dueño Maximiliano, quien nos llevó hacia nuestro destino en su camioneta y nos acompañó el resto del día.

Finalmente y luego de alrededor de una hora más de camino llegamos a El Tigre-Itzamkanac, el único sitio abierto al público en Campeche que no había visitado; la llegada es tan complicada en transporte público que ni siquiera había considerado esa visita en ninguno de mis viajes. El sitio tuvo una larga ocupación desde finales del preclásico hasta la llegada de los españoles, cuando formaba parte del señorío de Acalan-Tixchel, controlando el comercio por la región de los ríos. En sus cercanías mandó Hernán Cortés a ejecutar a Cuauhtémoc, el último tlatoani mexica, esto ocurrió durante el viaje que realizó el conquistador español a Honduras, conocido entonces como "las hibueras".
Mascarón sobre la plataforma de la estructura I

Mientras nuestros amigos grababan, Fernando y yo pasamos por el juego de pelota y seguimos de largo hasta la estructura IV, la cual es la mayor y la más alejada abierta al público. El edificio es muy particular pues tiene una escalinata estrecha con grandes alfardas, algo que únicamente había visto antes en Moral-Reforma, Tabasco. En la cima pude ver que en alguna etapa constructiva anterior a la que se observa actualmente, la cima era triádica, con plataformas a cada lado del templo principal.

La estructura desplanta sobre una gran plataforma que soporta varios edificios de pequeño tamaño, me inclino a pensar que estos últimos fueron adiciones tardías y por su magnitud y estilo probablemente hayan sido añadidos durante el posclásico, cuando ya no se llevaban a cabo grandes construcciones en casi ninguna parte del área maya.
Estructura I y plataforma circular

Desde la cima de la estructura IV podíamos ver claramente la estructura II, la cual se encuentra ahora totalmente cubierta de vegetación. Iván nos contó que parecía que ese edificio tenía mala suerte ya que la cima había sido excavada y restaurada pero siempre que intentaban liberar el resto había algún problema y el proyecto era interrumpido.

Regresamos hacia otra gran plataforma que soporta la estructura I, la cual me recordó un poco al templo del jaguar de Lamanai, en Belice.

Subimos y vimos a nuestros amigos terminando de grabar su vídeo, entonces pudimos apreciar los mascarones que se encuentran en un pequeño edificio frente al principal. Se trata de rostros, probablemente solares, que a diferencia de otros cuyo personaje es siempre joven, representan a un anciano; este tipo de ornamentos son típicos del clásico temprano.
Gran mascarón en la estructura I

Sobre el cuerpo de la estructura I vimos también un enorme mascarón de estuco con ornamentos bellamente conservados en su lado izquierdo, los cuales representan una orejera redonda, una serpiente con las fauces abiertas y otros elementos de apariencia redondeada. A diferencia de los demás, el rostro de éste no parecía ser humano, probablemente representara un ser mitológico como los que se encuentran en la famosa estructura E-VII-Sub de Uaxactún.

De ahí fui a observar la estructura circular que se encuentra también sobre la gran plataforma, es muy baja pero se parece bastante a otras que he visto en Uxmal y Edzná; su forma y tamaño parecieran situarla en el posclásico, a diferencia de los mascarones de estuco, mucho más tempranos y que para entonces estaban cubiertos por ampliaciones de los edificios que los contenían.
Estructura I

Justo acababan de terminar el vídeo cuando subí a la cima de la estructura I, desde ahí también podía ver la II y una gran extensión de campo abierto que había sido talado para la cría de ganado. A lo lejos podía ver el río Candelaria.

Ahí terminé mi recorrido, la rodilla se había comportado bien aunque me daba algunas molestias al subir escaleras; decidí sentarme junto al juego de pelota mientras mis compañeros se dirigían a la estructura IV, estuve ahí un buen rato en soledad, escuchando a las aves y admirando el paisaje. Después fui a platicar un poco junto a la camioneta con Maximiliano y luego de un rato llegaron todos los demás y nos dirigimos al poblado actual de El Tigre, aún planeábamos visitar un sitio más.



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