La vieja hechicera |
En Campeche salí a las 7 am hacia la puerta de tierra
para buscar la base de los colectivos que van a Bonfil, los cuales pasan por la
entrada a la zona arqueológica de Edzná, que sería la última que visitaría
antes de regresar, en un principio había pensado en Comalcalco para el día
siguiente, pero debido a que tendría que cargar la mochila nuevamente durante
todo el día si lo hacía, decidí regresar directamente de Campeche a México sin
detenerme. Después de pedir algunas indicaciones di con el paradero de los
colectivos y salí hacía allá.
Edificio detrás del Nohoch Nah |
Edzná es uno
de los sitios más bellos que he visto (mayas o no), llegué aproximadamente a
las 8:30 am, y para mi fortuna tuve el sitio para mí solo, exceptuando por los
muchos trabajadores que en el lugar al parecer estaban liberando estructuras,
pues encontré una recién restaurada y otra en proceso de excavación, además de
áreas en las que no pude ver lo que estaban haciendo. Recorrí todo con calma,
pues no sabía cuánto tiempo pasaría antes de mi siguiente viaje a una antigua
ciudad maya, aunque si tenía la idea de que la próxima debía ser Comalcalco,
pues siendo la más cercana a la ciudad de México, era raro que aún no la
visitara.
Edificio sur |
Primero me
dirigí a la sección poniente del sitio, encontrando una pequeña estructura en
un cruce de caminos, y luego llegué al grupo de la vieja hechicera. Hay varios
edificios con el peculiar estilo del que corona dicho conjunto, me gustan mucho
sus formas, pero éste tiene un encanto particular pues su primer cuerpo está
liberado y visiblemente restaurado, mientras que su parte superior permanece
cubierta de selva. Subí y me encontré con los restos del adoratorio que corona
el basamento, y luego un poco más abajo pude divisar a lo lejos el edificio de
los 5 pisos, el que para mí es el edificio más bello de cuantos he visto.
Caminé hacia él hasta llegar a la gran plaza, ahí vi un edificio circular, otro
parecido al de la vieja hechicera y que estaba ya limpio de vegetación en su
lado frontal y la parte trasera del gran Nohochná, una larga plataforma de
altura media que al otro lado queda frente a la gran acrópolis, y que otorga
una vista hermosa del edificio principal de Edzná.
Pequeña acrópolis |
Ya en la gran
plaza di un vistazo a la plataforma de los cuchillos y luego al edificio sur
que se ubica junto al juego de pelota. Luego vi el edificio de los mascarones,
adornado a los dos lados de su escalinata, y aún con restos de color sobre el
estuco.
Edificio norte |
Subí entonces
a la pequeña acrópolis, un conjunto donde había trabajadores sacando material,
me hubiera gustado saber de dónde. Sus plataformas no son muy altas pero forman
una plaza que me gustó mucho. Finalmente pasé a la gran acrópolis, donde
lamenté que el paso al edificio de los 5 pisos ya no se permita, pero
igualmente disfruté rodeándolo, y observando los extraños taludes curvos del
lado norte, es un edificio majestuoso del cual tomé fotografías desde los otros
edificios de la plaza, de las mejores del viaje.
Desquité el no
subir a los 5 pisos con un ascenso por una parte no desmontada a lo más alto del
edificio del norte, desde donde la vista es hermosa, la gran acrópolis y la
gran plaza se divisan desde ahí, subí una por una las escalinatas que rodean la
plaza de aquel conjunto y entonces llegaron los primeros turistas (una pareja
que después supe que eran suizos) cuando yo ya iba hacia la salida.
Gran acrópolis con palacio de los 5 pisos al centro |
Palacio de los 5 pisos |
Llegué a la
carretera donde había descendido del transporte en la mañana a esperar el que
me llevara de regreso a Campeche, pero todos los colectivos que pasaron iban
llenos, esperé más de una hora, y en ese tiempo llegó un joven que se dirigía a
cosechar papaya cerca de ahí, esperaba también transporte y se acercó a
platicar conmigo un rato. En ésta conversación pude comprobar la gran pobreza
en la que viven los pobladores del sureste mexicano dedicados al campo, aquel
hombre tenía mi edad y ya tenía dos niños, y no había regresado a casa en
varios días por la cosecha, y ganaba una miseria con la que yo no imagino cómo
se mantiene. Al enterarse que yo soy ingeniero, supuso que ganaba una fortuna,
algo muy lejos de mi realidad entonces, cuando ni siquiera había tenido
trabajo. Al final le di algo de dinero para que tomara un colectivo (viajaba
por aventón) y volví a quedarme solo, aunque no por mucho pues los mismos turistas
suizos ya mencionados salieron entonces y al no soportar el calor, se
apresuraron a pedir aventón, entonces salió una camioneta de Edzná y se detuvo
para llevarlos a Campeche, yo me les uní. Así regresé a la capital viajando
gratis. Una cosa que me molestó un poco es que al llegar a la ciudad, en un
retén nos detuvieron, preguntaron a los suizos por sus pasaportes, y al no
tenerlos a la mano no los importunaron en nada, simplemente les recordaron que
debían llevarlos consigo, mientras que a mí me exigieron mi credencial de
elector y revisaron mi mochila, además de preguntar por mi procedencia, otra
vez el malinchismo...
Calificaciones:
Tamaño: 8, es un gran sitio con muchos conjuntos aún inexplorados, los que están ya consolidados son de los más espectaculares del área maya.
Accesibilidad: 6, a pesar de que el transporte público pasa por la puerta del sitio, es fácil llegar pero difícil regresar desde Campeche por la poca frecuencia de los colectivos.
General: 10, es un sitio sumamente particular, monumental y espectacular, en Campeche es un destino obligado.
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